Acerca de este Proyecto
- Dónde: 15 comunidades del Departamento de Madriz, Nicaragua
- Con quién: 455 personas (60 % mujeres)
- Cuándo: 2018 – 2022
- Junto a quién: INPRHU – Somoto
- Financiado por: Comunidad de Madrid, Xunta de Galicia y Ayuntamiento de Madrid
Descripción del Proyecto
Ver el presente con desesperanza
La población joven carece de oportunidades en formación y empleo, sufre un alto riesgo de exclusión social. Esto se ve agravado por los elevados índices de violencia, marcados por el narcotráfico y las maras o pandillas. Además, los y las jóvenes ven limitado su acceso al crédito para emprender sus negocios, ya que las entidades financieras públicas y privadas presentes en el medio rural, poseen trámites muy burocráticos, con altos requisitos formales, y son muy pocas personas las que consiguen acceder a estos créditos. Esta situación provoca que los y las jóvenes rurales vean comprometida la realización del derecho a un nivel de vida adecuada, el derecho a la educación y el derecho a un trabajo decente, siendo especialmente marcado en el caso de las mujeres


Formación técnica en las comunidades
Un total de 455 jóvenes (270 mujeres y 185 hombres) entre 15 y 35 años, de 15 comunidades rurales en el Departamento de Madriz, Nicaragua. Con marcadas limitaciones para acceder a la educación, la mayoría sólo tienen hasta 6º grado de primaria, ya que no existe en los alrededores centros de estudio donde cursar la secundaria, ni carreras técnicas que respondan a sus necesidades y a las características de sus comunidades rurales.
Las oportunidades se van construyendo
El proyecto se basa en la implementación de una estrategia integral de formación emprendedora y técnica para la puesta en marcha de iniciativas de negocio agroecológicas, individuales y colectivas, creación de grupos de auto-ahorro y préstamo (GAAP), y la conformación de 1 cooperativa, fomentando el tejido asociativo local (en alineación con el ODS 4 y el ODS8). Se pretende mejorar la independencia económica y las oportunidades de empleo y autoempleo de la población joven rural, fundamentalmente mujeres, y contribuir a la realización progresiva del derecho a la educación, a un nivel de vida adecuado y a un trabajo decente, bajo un enfoque de género, de derechos humanos, de promoción de la cultura de paz, y aplicando prácticas amigables con el medioambiente
