La Tortuga
El domingo día 30 fuimos con Gabi, la directora de Canat, un grupo de voluntarios y la ONG creciendo juntos, al pueblo de La Tortuga. Los últimos 20 Kilómetros, que se decían carretera, no era más que una pista de barro.
Canat apoya allí una ludoteca para los niños y niñas. Mientras los compañeros y compañeras de la ONG se dedicaron a difundir “la semana de vacaciones divertidas”, que se iba a llevar a cabo en la ludoteca, Gabi nos mostró la realidad del pueblo.
La Tortuga es un pueblo de pescadores, a hora y media de Piura. Tiene cerca una central de extracción de gas, que, desde hace ya un tiempo. explotan los americanos y que lejos de mejorarles la vida se la ha empeorado.
Carecen de agua, las niñas tienen que ir a distancia a buscarla, las mujeres lavan en una especie de riachuelo en medio de la basura, la mayoría de las casas no tienen las condiciones mínimas de habitabilidad, infraestructuras… Los servicios médicos y sanitarios son escasos.
Fuimos con un grupo de niños y niñas a las playas de gran belleza que tienen al lado del pueblo y que contrastan con la situación de pobreza y abandono en que vive la población.
Lo que más me impacto, y dolió, era ver y escuchar a las niñas que tenían sueños que probablemente nunca cumplieran. Les gustaría ser enfermera, maestra…, pero el haber nacido en un lugar como éste y un contexto semejante les impedirían lograrlo. La falta de oportunidades para estos niños y niñas es dramática. Les gustaría estudiar y salir del círculo de la pobreza extrema a que están sometidos, pero no pueden si no hay nadie que les apoye y tienda una mano. En Perú Muchos niños y niñas comienzan a trabajar a los 7 u 8 años. Situación que afecta especialmente a las niñas, que a edades muy tempranas deben hacerse cargo de sus hermanos y comenzar a trabajar, para terminar casándose a los 15 o 16 años.
¿Podemos y debemos mirar para otro lado, mientras existan estas situaciones?
Ana Pizarro
Tortuga-Piura-Perúa
No hay derecho ,que sufran tanta injusticia