La igualdad, base de un trabajo digno
“Para nosotras, trabajo decente es trabajo de calidad, que comience con la igualdad de remuneración para hombres y mujeres que realicen las mismas tareas, donde se respeten las convenciones y las leyes. Un trabajo que no te quita la vida, sino que te la hace más fácil….”
Para nosotras, el trabajo digno es un trabajo de calidad. Aquel en el que la persona trabajadora se siente recompensada por su esfuerzo físico e intelectual a cambio de un salario que cubre sus necesidades vitales, básicas y no básicas.
Es decir, creemos en un salario digno, siendo este el baremo objetivo de la igualdad. Luego, por supuesto, hay otros parámetros a medir, más subjetivos que entrarían en la esfera del desarrollo personal y la satisfacción propia.
Tiene que ser un trabajo que parta de la igualdad de remuneración para hombres y mujeres que desempeñen las mismas labores, donde se respeten los convenios y las leyes. Un trabajo que no te quite la vida, sino que te la haga más fácil.
En nuestro caso, una cooperativa de trabajo asociado formada por tres mujeres, la dignidad laboral se plasma en la creación de horarios a medida, en un salario ajustado pero suficiente para nosotras, en un reparto de tareas, en una conciliación real, en un buen ambiente de trabajo. Los cuidados dentro de la esfera laboral son importantes. Tenemos la suerte de hacer algo que nos gusta y enriquece en muchos aspectos. Somos afortunadas, pero creemos que fuimos nosotras las que trazamos ese camino de satisfacción y dignidad laboral. No todo el mundo puede hacerlo y eso se aleja de una dignidad laboral coherente con los tiempos.