Una “revolución silenciosa” en la moda deportiva

Hace tres años, el 23 de abril de 2013, se vivió la jornada más negra de la industria textil en Bangladesh. El edificio Rana Plaza, un complejo de nueve plantas con talleres textiles, se derrumbó como una torre de papel. Fallecieron 1.134 persones y hubo más de 2.500 personas heridas que aún sufren las consecuencias del accidente y luchan por una completa recuperación e inserción sociolaboral. Para recordar a estas trabajadoras y trabajadores y para dar a conocer las condiciones de esclavitud, injusticia y violación de Derechos Humanos que se sufre en la industria textil en muchos países del continente asiático, no unimos a los actos de denuncia y sensibilización del Movimiento Fashion Revolution Day .

Desde TdS, bajo la marca Ropa Deportiva Hecha con Amor buscamos alternativas a este modelo de industria textil que impidan que tragedias como la del Rana Plaza vuelvan a suceder. Y lo hacemos apoyando a los Talleres de Nazaret, en Filipinas, donde se fabrica nuestra línea de ropa deportiva bajo en criterios de Comercio Justo y fomentado la distribución de la marca y los valores asociados a la misma en España.

Esta línea deportiva se concreta en equipaciones infantiles y de adulto de baloncesto, fútbol y carrera, que han sido fabricadas de forma ética y responsable, respetando unas condiciones laborales dignas de las 28 mujeres que trabajan en el taller de Mandaluyong y garantizando el pago de un precio justo además de ofrecer calidad como resultado final.

Según no indica Erlin Garaci, Sierva de San José y nuestra responsable de proyectos en Filipinas: En el mundo del trabajo, en el mundo de los negocios, lo más importante es ganar dinero. Pero en nuestros talleres de Nazaret, en Filipinas, promovemos una nueva relación del capital de trabajo donde el beneficio está al servicio de los trabajadores. En nuestros Talleres de Nazaret los trabajadores son lo más importante. Además, en el lugar de trabajo les proporcionamos unas condiciones seguras y saludables. Todos los beneficios sociales van más allá de lo que la ley espera de la compañía. También les damos formación, una formación holística: profesional, cristiana y humana.

Algunas de estas mujeres son apoyadas con programas de viviendas sociales y medidas de conciliación familiar a través de servicios de guardería. También se apoya en temas educacionales, dándoles la oportunidad de completar su educación a aquellas que no han terminado la educación básica y secundaria. Además dentro del proyecto se establecen cooperativas de crédito con el objetivo de desarrollar su eficiencia economía.

Las trabajadoras del taller de Mandaloyoung se benefician del empleo estable que respeta estrictamente la legalidad y van un paso más allá ofreciendo servicio de guardería, apoyo a vivienda, formación y un subsidio mensual de arroz para la contribución de la cesta familiar. Estos son los testimonios de algunas de estas mujeres:

Ethel J. Juyad de 36 años trabaja en los talleres de Mandaluyung desde hace dos años y aún recuerda su primer día de trabajo con timidez y algo de expectativa. Vive con su tía porque sus padres permanecen en la provincia cuidando de sus otros 5 hermanos.

Aquí me siento feliz trabajando porque recibimos un trato justo por nuestro trabajo y hay un ambiente amistoso entre las trabajadoras. Gracias al arroz que recibimos todos los meses por parte de los talleres de Nazaret, no pasamos hambre y es una gran ayuda para nuestra familia. También quiere dirigirse a los compradores españoles en este día de hoy con un claro y contundente mensaje: Colaboren con este proyecto para parar el trabajo infantil y los bajos salarios de los trabajadores.

Ma. Victoria B. Pogosa tiene 46 años y lleva 24 años trabajando felizmente en los talleres de confección de las prendas de ropa deportiva HECHA CON AMOR. Empezó allí cuando era una estudiante. Ahora está casada y tiene 2 hijos de 9 y 8 años. Nos relata que el taller la tiene tan fidelizada porque además de que puede moverse libremente, siente que se la respeta como persona para expresarse de forma espontánea.

Valora especialmente el servicio de guardería para sus hijos ya que: Ayuda mucho, especialmente a las madres que no tienen los cuidadores para sus hijos. Pueden hacer seguimientos de los pequeños durante el tiempo de descanso, ya que están con ellos, mientras nosotras trabajamos.

Reconoce que son pocos talleres que ofrecen estas condiciones en su entorno. Lamentablemente está cercana a casos de mujeres que, debido a su situación de pobreza, a la falta de formación, al desempleo que afecta a sus familias, etc., se ven obligadas a trabajar en talleres donde no se cumplen con los derechos elementales.

María Victoria añade: Tenemos que apoyar este tipo de iniciativas para que funciona el comercio justo de forma global y así evitar la proliferación de productos chinos que por lo general son deficientes en nuestro país y evitar la explotación de los trabajadores ordinarios.

Jovelyn Ababa de 20 años lleva 4 años confeccionando ROPA HECHA CON AMOR en los talleres de Mandalyung y vive en una casa en alquiler con sus 4 hermanos y su padre en Manila contribuyendo con su trabajo al sostenimiento familiar. Se siente muy bien trabajando en los talleres porque existe mucha organización, limpieza y pulcritud.

El ambiente es muy bueno y mis compañeras de trabajo transmiten una buena energía sea cuál sea el trabajo que tengan que desempeñar.

El primer día se sintió muy nerviosa: Era como si fueras el punto de mira, como si todo el mundo observase tus competencias en el trabajo. Finalmente todo salió bien y siguen ofreciéndome nuevos retos que superar día a día.

Mercy ButialSinangote tiene 43 años y 4 hijos, uno de ellos murió de leucemia con 5 años. Lleva trabajando en los talleres 16 años de forma continua.

Me siento feliz porque aquí ha experimentado en primera persona el valor de mi trabajo y mi dignidad como trabajadora. Es necesario apoyar el comercio justo para detener el trabajo infantil y el consumo irresponsable.

Además esta propuesta en una de sus dimensiones, la sensibilización y educación para el desarrollo para futuros consumidores responsables, focaliza parte de su trabajo en los centros educativos a través de la fabricación de chándales y equipaciones deportivas. Seis centros educativos en España (Orense, Lugo, León, Alicante, Zamora, Jaén) se han comprometido con nuestro proyecto a través de la adquisición de equipamiento deportivo para casi 600 estudiantes y la impartición de charlas educativas y de concienciación para 8 centros educativos. Para nosotros este compromiso es fundamental con cada uno de ellos se da empleo durante un mes a 28 mujeres del Taller de Mandaluyong.

El Colegio Plurilingüe San José de Ourense colabora con Taller de Solidaridad desde hace años adquiriendo las equipaciones de baloncesto y fútbol sala de todos los jugadores de categorías inferiores, donde la sensibilización es mucho más fuerte.

Brais Losada, Profesor del CPR Plurilingüe San José de Ourense: En nuestro colegio tenemos aproximadamente 30 alumnos que se visten con estas equipaciones. Son las que utilizamos para jugar, por lo que las llevamos por otros centros educativos y pabellones, donde damos ejemplo de nuestra visión del mundo con respecto al Comercio Justo y donde otros escolares y familias se interesan por dicho proyecto. Además de esta forma de sensibilizar, en el colegio desde las tutorías se trabaja con los alumnos de todo el centro, con charlas, material audiovisual, experiencias personales, actividades de sensibilización y valores éticos, etc. Incluso hemos tenido dos charlas a alumnos de secundaria de dos personas que residen y trabajan apoyando estos proyectos en los países en los que se desarrolla.

Brais tiene claras sus razones para recomendar a otros centros educativos la contratación de Ropa hecha con Amor: no es por darle trabajo y beneficios a otras personas que ahora mismo no se lucran de ello, sino para que se valore su trabajo. Tenemos la obligación de eliminar la explotación infantil y de adultos que ahora mismo existe en países como China, la India, etc. y que grandes marcas comerciales aplastan con jornadas laborales infrahumanas y unas condiciones precarias de seguridad y en cuando a condiciones de trabajo se refiere.

El Colegio Sagrada Familia de Alicante colabora con este proyecto desde hace 5 años adquiriendo 460 polos para unos 150 estudiantes. Su directora, Eloisa Castillo, asegura que esta cifra va en aumento:

En numerosas ocasiones durante estos 5 años que estamos involucrados con Taller de Solidaridad, hemos realizado actividades para sensibilizar sobre el Comercio Justo y el consumo responsable tanto para padres y madres como con nuestros alumnos y alumnas de todos los cursos desde Infantil hasta ESO, sobre todo en la Campaña de Navidad en la que enviamos junto con el programa de actos los principios del Comercio Justo, también hemos trabajado en las aulas en las sesiones de tutoría con el material que nos ha hecho llegar Taller de Solidaridad y otros que hemos confeccionado.

Otro de los ejemplos de que otro mundo textil es posible, con el que colabora Taller de Solidaridad, es la cooperativa de mujeres Sadnha. Esta cooperativa establecida en la India trabaja bajo condiciones de Comercio Justo y confecciona complementos y ropa infantil a partir del patchwork. Sadnha se creó en 1.988 para proporcionar fuentes alternativas de ingresos para las mujeres en las zonas más empobrecidas de los entornos rurales, indígenas y urbanos de Udaipur. Con la idea de lograr una mayor independencia de la agricultura, se ofreció la artesanía como una alternativa de medio de vida para las mujeres. Hoy en día esta cooperativa sigue ofreciendo formación continua a estas mujeres artesanas para mejorar sus habilidades en Patchwork, aplicaciones de tejido y bordado. Esta cooperativa que hoy forma parte de la Feria de Foro- la India, Consejo de Promoción de Exportación de las Artesanías (EPCH) y WFTO ha supuesto una red de apoyo para estas mujeres y sus comunidades, y a ellas les ha permitido ocupar una posición respetable en su familia y en la sociedad de la que forman parte. Testimonios