Las personas en el centro de la transformación
En un año de distanciamientos sociales, de aislamientos personales y de cambios generales, en Taller de Solidaridad hemos trabajado para mantenernos unidos y superarnos como entidad y como equipo humano a través de la adaptación y la reinvención. Cada una de las personas que integramos TdS sabíamos que este 2020 no iba a ser como otros, no nos iba a permitir sentir el calor de los abrazos, saborear la alegría de la cercanía o disfrutar de la complicidad de los momentos compartidos, por eso había que encontrar la manera de seguir caminando juntos más allá de la situación y a pesar de las circunstancias.
No íbamos a dejar de trabajar por y para todas esas mujeres y esos niños y niñas que este año, más que nunca, necesitaban sentirnos cerca. El reto era crear puentes de unión y la tecnología nos ha dado los recursos para hacerlo posible. La digitalización de TdS se ha convertido en este 2020 en una realidad que comenzó su andadura allá por 2018. Entonces ya nos dimos cuenta de que la transformación digital era necesaria no solo para sobrevivir, sino para crecer como entidad. Empezamos a darle forma a nuestra web, comenzamos a poner las bases de todos los cambios estructurales que han permitido que este año hayamos sido capaces de continuar nuestra labor en medio de la pandemia.
Las fronteras se cerraron, el equipo técnico no pudo viajar a terreno, los y las voluntarias se tuvieron que quedar en casa, pero nada de esto nos impidió reconocernos en la mirada de las personas que de una u otra manera están involucradas en los proyectos que estamos apoyando. A través de nuestro programa de YouTube “Miradas de ida y vuelta” conseguimos sentirnos un poco más cerca de nuestras contrapartes y beneficiarias, conocer las distintas realidades que se estaban viviendo en el mundo y saber cómo en cada lugar se estaban reinventando para superar la situación. A este programa, que nos ha permitido mantenernos conectados y vinculados a nivel global desde cada una de las peculiaridades locales que nos han mostrado, sumamos la jornada online “El turismo rural, una vuelta a la esencia más allá de la pandemia”. A través de esta actividad pusimos en contacto a las personas que desde nuestros proyectos en Perú promueven el turismo local como un factor clave de desarrollo con personas referentes de Galicia en este ámbito.
También se cerraron los colegios y los centros deportivos, nuestro programa “Entreno Conciencia” y nuestras “Olimpiadas de la Solidaridad” tuvieron que posponerse, pero lo que no se podía posponer era la formación en valores de los más pequeños. De nuevo nos reinventamos con la tecnología como herramienta indispensable para continuar nuestra labor de sensibilización a través de las actividades de #YomeQuedoenCasa, de nuestra presencia en la Feria virtual del Libro de Madrid con De niñas a leyendas. 25 mujeres deportistas que han hecho historia o de jornadas virtuales como la organizada por el Día Internacional contra la Violencia de Género en la que más de 900 alumnos y alumnas de Castilla y León jugaron juntos en el quiz No es cuestión de violencia. Además, a través de nuestro canal de Youtube presentamos la primera guía gratuita para clubs deportivos gallegos con la que trabajar de forma autónoma los valores compartidos del deporte, el Comercio Justo y la igualdad de género en el marco de nuestro programa Adestro Conciencia.
Nuestros comités tuvieron que renunciar, en la mayoría de los casos, a sus tradicionales mercadillos de Comercio Justo, pero ahí estaba la tienda online de TdS para continuar con la labor de difusión y de promoción de productos de Comercio Justo abogando siempre por un consumo responsable. Gracias a los esfuerzos realizados para poner en marcha la tienda online, hemos podido seguir apoyando proyectos como Hilandera. Este taller textil ético que da trabajo a mujeres en situación de vulnerabilidad en Málaga no solo ha continuado su labor, sino que ha logrado crecer mientras que intentaba dar respuesta a una necesidad fundamental como la confección de mascarillas. Unas mascarillas de nuestra marca Ropa Hecha con Amor que se han vendido a través de la tienda online, así como otros muchos productos de TdS, que han permitido a los compradores colaborar con la entidad y conocer algunos de los proyectos que apoya Taller.
Pero la transformación digital que ha sufrido TdS no solo trata de tecnología, procesos o modelos digitales, sino de personas, de cómo cada uno de los que integran esta Fundación ha sido capaz de adaptarse a los cambios, de aprender nuevas formas de relacionarse, de aumentar su capacidad de escucha y de observación. Ha supuesto por parte de todo TdS un gran esfuerzo de inclusión, de formación, de reflexión y sensibilización hacia lo que se podía conseguir a través de la digitalización. Hemos podido reunirnos con los comités, con las contrapartes, celebrar nuestro encuentro de voluntariado o ver cómo le entregaban virtualmente el premio a la Ciudadanía Comprometida a nuestra compañera Adriana Martínez Losada. Nos ha permitido estar cerca en la distancia y continuar trabajando por todas esas mujeres, niños y niñas a los que este año 2020 les ha golpeado con fuerza.
La digitalización ha llegado a Taller de Solidaridad para quedarse porque entre todos hemos conseguido humanizar la tecnología, hemos entendido el nuevo contexto digital como una gran oportunidad, aunque aún estamos empezando y nos queda un largo camino por recorrer, pero al menos ya lo hemos convertido en una herramienta para sumar, pero sin sustituir. Seguiremos encontrándonos a través de la pantalla, vendiendo en nuestra tienda online, conseguiremos llegar a más personas en muchos rincones del mundo, pero pronto volveremos también a compartir momentos, abrazos, experiencias, trabajo de sensibilización en los colegios y mercadillos a pie de calle.