Yumi (La lluvia)

Yumi (La lluvia)

La lluvia no ha cesado desde hace casi tres días en esta región de la Amazonia peruana, y aunque es algo que al parecer no es del todo normal dada la época del año en la que estamos, este hecho nos obliga a encerrarnos y seguir trabajando.

Poco a poco nos vamos adaptando a la cadencia del clima y al transcurso de los días, que nos engullen demasiado rápido y casi sin darnos cuenta. Después de un mes en Santa María de Nieva todo lo que era sorprendente al principio se ha convertido en el paisaje de nuestra cotidianidad y desde hace un par de semanas estamos trabajando en los proyectos de SAIPE que nos han sido encomendados.

Resulta una ardua tarea elaborar una pedagogía histórica para quienes provienen de otro continente, cultura y filosofía de vida. Además, teniendo en cuenta que dicha labor será materia de estudio para los jóvenes indígenas, la responsabilidad que recae en nuestras manos es doble. En este punto, el voluntariado adopta una nueva forma para mi entendimiento y me obliga a establecer una implicación y compromiso mayor de los que traía en un inicio, pues nada es como esperaba. Jamás imaginé que podría sacar partido de mis años de estudio en las comunidades Awajún y Wampis, aunque ciertamente, nada de lo que me enseñaron incluía el acercamiento a este tipo de realidad.

Venimos de visitar unas pocas comunidades de carretera en el sector de Nieva, con la finalidad de obtener el conocimiento de los mayores antes de que este se pierda, y nos hemos adentrado en algunas de ellas cruzando quebradas, cultivos y bosques selváticos, comprobando de primera mano la dificultad de vivir aquí. Hoy, lejos de mi ciudad, que aun llora por culpa del odio, preparo el viaje que emprenderemos mañana hacia las comunidades del rio Santiago, pero este aguacero me recuerda que a pesar de la distancia, todas y todos vivimos bajo el mismo cielo y que la colaboración mutua puede levantar pilares inquebrantables.

En este lugar del planeta Tierra se están dando unos procesos muy interesantes en relación a la defensa y autonomía de la cultura y el territorio, pero a su vez se corre el riesgo insalvable de omitir agentes tan importantes como la mujer y de cometer errores irremediables como la transferencia de la naturaleza a individuos y empresas depredadoras. Tal y como se presentan las circunstancias actualmente, resulta muy complejo hacer incidencia sobre estos aspectos y el escenario que hemos comprobado con nuestros ojos se decanta hacia el lado negativo del asunto en cuestión. A veces resulta frustrante ver tantas situaciones de desigualdad comprimidas en el paisaje que alcanzamos con nuestra simple mirada, pero cerrar los ojos no es una opción válida. No venimos para ver el resultado de nuestra presencia aquí, ni para recibir un abrazo de agradecimiento, ni para obtener una satisfacción propia por lo que hacemos, no, porque ni siquiera nos lo merecemos. Simplemente estamos enterrando el dedo en la tierra, para hacer una hendidura como otras tantas, que acabará dando cobijo a la semilla que otros u otras pondrán, para que su trabajo riegue nuestro pequeño esfuerzo y con el tiempo, de sus frutos finalmente para que puedan ser recogidos por las generaciones venideras. Así que… ¿Por qué debería cesar la lluvia?

Sergio.
Nieva – Perú
Agosto 2017

7 comentarios en “Yumi (La lluvia)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *