Cuando la educación se convierte en herramienta de empoderamiento
Participar en el proyecto de prevención del embarazo en adolescentes en el colegio Nuestra Señora del Pilar, trabajando con estudiantes de secundaria, está siendo una experiencia muy enriquecedora y significativa. Al inicio no tenía claro cuánto podía aprender sobre este tema ni la importancia que tiene para la salud y los proyectos de vida en la adolescencia.
Lo que comenzó como una experiencia de voluntariado se ha convertido en un aprendizaje mutuo, donde cada charla y cada taller me ha enseñado tanto como he podido aportar.
Información que libera: la fuerza de la educación sexual integral
Durante las charlas y talleres, los adolescentes aprendieron sobre educación sexual integral, el respeto por el propio cuerpo y la toma de decisiones responsables. También tratamos temas como los métodos anticonceptivos, la autoestima y el impacto que puede tener un embarazo no planificado, tanto a nivel personal como académico y familiar.
Cada sesión me confirmaba algo fundamental: la información clara y veraz es la base para que la juventud pueda tomar decisiones conscientes sobre su futuro. Ver cómo recibían esta información, cómo hacían preguntas que llevaban tiempo guardándose, me hizo entender el valor transformador de estos espacios educativos.
Testimonios reales que dejan huella
Una de las experiencias que más me marcó fue escuchar testimonios reales de jóvenes que enfrentaron embarazos tempranos. Estas historias me hicieron reflexionar sobre lo valioso que es contar con información clara, y sobre la necesidad de no dejarnos llevar por mitos o por la presión social.
Los testimonios no solo educaron a los estudiantes sobre las consecuencias reales de ciertas decisiones, sino que también me enseñaron a mí sobre la importancia de abordar estos temas desde la comprensión y el respeto, nunca desde el juicio.
Construyendo puentes de confianza
Llevamos a cabo dinámicas grupales en las que los y las adolescentes pudieron expresar sus dudas sin sentirse juzgados. Esto permitió crear un ambiente de confianza entre compañeros y docentes, un espacio seguro en el que la educación se convirtió en una herramienta de prevención y empoderamiento.
Estos momentos me enseñaron que la educación más efectiva no es la que se impone, sino la que surge del diálogo, de la curiosidad genuina y de la confianza mutua. Ver cómo los estudiantes se abrían, compartían sus inquietudes y se apoyaban entre ellos fue una de las partes más gratificantes de toda la experiencia.
Una experiencia que transforma a quien la vive
Esta experiencia en Piura me ha confirmado que el voluntariado internacional es un intercambio real donde aprendemos tanto como aportamos. Cada día en el colegio Nuestra Señora del Pilar me ha enseñado la importancia de la educación como herramienta de transformación social y sobre mi propio compromiso con la justicia social. Y eso es algo que me llevaré para siempre.
Marisol Almendro, voluntaria internacional
Julio 2025. Piura, Perú