Educación y capacitación, unas de las claves para el cambio social de TdS en 2020

La educación es una llave fundamental para salir de la pobreza. En 2020, a medida que la pandemia de la COVID-19 se propagaba por todo el planeta, la mayor parte de los países anunciaron el cierre temporal de las escuelas, lo que afectó a más del 91% de los estudiantes en todo el mundo. Ello supuso, además, que cientos de millones de niños y niñas que dependen de los comedores escolares tuviesen que buscar otras fuentes de nutrición diaria.

Como respuesta a esta situación, desde Taller de Solidaridad hemos movilizado recursos y apoyado con iniciativas innovadoras y adecuadas al contexto para proporcionar una educación a distancia. En los ámbitos en los que intervenimos la brecha digital, derivada de la dificultad de acceso a la tecnología y a la conectividad, es otra barrera más que dificulta garantizar el cumplimiento de un derecho fundamental como es el de la educación. Buscando soluciones equitativas y el acceso universal a la educación en línea con el ODS 4 Educación de Calidad, de la agenda 2030, hemos promovido programas alternativos de aprendizaje para: 307 mujeres y 50 hombres en Bolivia; 69 jóvenes en Perú y 94 mujeres y jóvenes en Chile.

Formación para la inserción laboral en Sacaba

A través del Centro de Atención a la Mujer (CAM) en Sacaba, Bolivia, se han continuado desarrollando talleres de formación para 207 mujeres gracias a la colaboración de la Diputación de A Coruña, el Ayuntamiento de Salamanca y el Ayuntamiento de Lebrija. El CAM impulsa acciones de protección y atención integral a mujeres en situación de violencia, con el objetivo de evitar la vulneración de derechos, afianzar la participación y empoderamiento de las mujeres y posibilitar una vida libre de violencia. La inserción laboral se ha ido constituyendo en el CAM como un área terapéutica y ocupacional que potencia la autonomía de las mujeres, el desarrollo de sus capacidades y su autosostenibilidad como parte de su proceso de empoderamiento y gestión de su propia vida y cuidado de sus hijos e hijas.

La incorporación a actividades generadoras de ingresos por parte de las mujeres y el acceso a actividades formales en el ámbito laboral, ha supuesto un logro muy importante y vital en el ejercicio de la recuperación de sus derechos y en la toma de decisiones para lograr una vida libre de violencia, contribuyendo así su empoderamiento, sobre todo a nivel económico, pero también a nivel psicológico y político.

Educación y empoderamiento de mujeres en Cochabamba

El proyecto de empoderamiento de mujeres de Cochabamba, Bolivia, se presenta como un espacio de socialización y acompañamiento. Este espacio fomenta el crecimiento personal y profesional de las mujeres campesinas migrantes que se han asentado en el barrio y les permite crear relaciones de amistad y vínculos de solidaridad entre ellas. Para estas mujeres, que se enfrentan a una nueva vida lejos de sus familias, un espacio donde puedan compartir problemas, sueños, temores y esperanzas es vital para seguir construyendo su vida. La formación integral y las diversas capacitaciones técnicas en corte y confección, repostería y gastronomía, contribuyen al descubrimiento de sus habilidades y les ayudan a desarrollarlas. Las mujeres obtienen capacitaciones que les permiten abrirse a la creación de emprendimientos familiares y grupales. Muchas de ellas participan en dos grupos comunitarios autogestionados: una cooperativa de alimentos y un grupo de ahorro.

Durante 2020, la construcción de la primera planta Centro de Formación Alternativa del barrio de Alto Litoral se ha hecho realidad, gracias al apoyo financiero de la Diputación de Coruña. Cien mujeres han participado en las diferentes modalidades de capacitación, además de en los programas de alfabetización, post alfabetización y módulos de estudios en matemáticas, comunicación e informática básica. Treinta y una de estas mujeres, gracias al convenio con el Instituto María del Camino-Fe y Alegría, han obtenido su certificación como técnicas básicas y técnicas auxiliares en confección textil. Además, cincuenta hombres han participado en los talleres de formación humana. Y todo ello a pesar de las dificultades derivadas de la pandemia, que ha obligado a suspender formaciones y adecuar un gran número de las acciones formativas a modalidad semipresencial. En esta situación de crisis social provocada por la pandemia también se ha trabajado para apoyar las necesidades básicas y de primer nivel de las familias participantes. Ponemos en valor la colaboración de un gran abanico de administraciones públicas que han contribuido a la financiación de esta: los Ayuntamientos de Alicante, Sant Vicenç dels Horts y Palencia, el Concello de Lugo y la Diputación de Palencia.

Centro de Educación Técnica y Productiva en el sur andino

Un año más hemos continuado nuestra colaboración con el CETPRO “San José” de Urcos, en Perú. Se trata de un centro de formación laboral donde jóvenes de comunidades muy empobrecidas de la zona pueden especializarse en panadería y pastelería o confección textil. Este año hemos contribuido, de la mano de las Siervas de San José, a mejorar un local de panadería y se ha adquirido el equipamiento necesario para garantizar una formación eficaz e innovadora. Como consecuencia de la pandemia, el Ministerio de Educación obligó a implantar la educación online, en un medio en el que la situación económica de los estudiantes y la conectividad dificultan el acceso a internet. Por eso se promovió con urgencia una iniciativa de micro emprendimiento para el alumnado, de manera que pudieran conseguir ingresos extra para pagar la conexión a internet. En total, a pesar de las restricciones por el distanciamiento, una vez se retomaron las clases presenciales con las oportunas medidas de seguridad, cuarenta y una personas han finalizado su formación en panadería y pastelería y veinte ocho en confección textil. Un noventa y seis por ciento de ellas son mujeres.

Talleres de capacitación laboral en Colina

Nuestra colaboración con el Centro Bonifacia Rodríguez en las proximidades de Santiago de Chile, en la municipalidad de Colina, se remonta a los inicios de la Fundación. Nuestro apoyo siempre se ha centrado en la formación a la infancia, la juventud y las mujeres de sectores empobrecidos, impulsando iniciativas de educación no formal, ocio alternativo, talleres laborales… En 2020, pese a las enormes dificultades impuestas por la situación sanitaria, hemos contribuido a que este centro mejore su infraestructura y le hemos dotado con equipamiento para el desarrollo de los talleres de corte y confección y peluquería en los que han participado noventa y cuatro mujeres y jóvenes. A través de este medio se busca el empoderamiento y la participación de estas mujeres con el objetivo de prevenir situaciones de vulneración de derechos para ellas y para sus familias.