Casi 150 años después, la vocación que impulsó Bonifacia, para ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad y contribuir a cambiar el mundo, sigue viva en los proyectos y colaboraciones que apoyamos y promovemos desde Taller de Solidaridad en los ocho países en los que trabajamos. En la mayoría de estos países las SSJ están presentes desde hace décadas y lo hacen con un objetivo muy claro, luchar por la igualdad y la dignificación de las mujeres promoviendo el empoderamiento individual y comunitario, la capacitación y el trabajo digno.
Un ejemplo es Filipinas, en el que este año, y después de mucho tiempo, volvemos a estar presentes para apoyar a los Talleres de Nazaret, duramente golpeados por la pandemia. Son muchas las familias que se han quedado sin ingresos al reducirse prácticamente a cero los pedidos en esta red de talleres textiles. Pero la vida continúa, y muchas de las trabajadoras de los talleres solicitaron colaboración para la puesta en marcha de un programa de microcréditos que les permitiera iniciar pequeños negocios con los que conseguir un medio de ingreso mínimo para sacar a sus familias adelante. En Taller de Solidaridad recogimos el testigo y, desde el año pasado, hemos apoyado pequeños emprendimientos de compraventa de alimentos, cría de cerdos… Microcréditos que han permitido a estas familias sortear la crisis económica que la COVID-19 ha dejado a su paso.
Por otro lado, hemos apoyado a los talleres con el objetivo de aumentar la productividad en este momento en el que los pedidos y las ventas, tanto a nivel local como internacional, se están reactivando. Se han comprado máquinas de coser industriales para el taller textil y equipamiento para la mejora de uno de los talleres de panadería.
Los talleres de Nazaret es el escenario de los primeros proyectos de cooperación y de los más emblemáticos que hemos acompañado a través de nuestra Fundación. Y un ejemplo de cómo entendemos en TdS la contribución a un mundo mejor a través de la cooperación internacional, impulsando iniciativas que caminen solas y puedan llegar a ser autónomas.
Hoy, día 6 de junio, celebramos el Día de Bonifacia y con él también queremos celebrar que ese hilo que nos hace ser parte de la familia Josefina, que nos une a los talleres de Nazaret y a todos los proyectos que tienen presente el carisma impulsado por Bonifacia, se hace cada año más fuerte.