Este verano, cuatro voluntarias —Lola, Estrella, Marisol y Mª Carmen— han vivido una experiencia que les ha cambiado la mirada y que resume la filosofía que tenemos en Taller de Solidaridad: tender puentes entre realidades distintas para construir juntas un mundo más justo. Porque creemos que el voluntariado internacional es mucho más que un viaje: es un espacio para crecer, compartir y transformar. Con el programa “Estrechando Lazos” conectamos dos escenarios clave de nuestra labor: la sensibilización en España y los proyectos de cooperación que llevamos adelante junto a nuestras socias locales, con un objetivo claro: que la igualdad de género deje de ser un horizonte y se convierta en realidad.
Una experiencia que transforma
“Esta primera semana me ha enseñado sobre la importancia de la resiliencia, la empatía y la solidaridad. He comprendido que el voluntariado no es solo dar, sino también recibir”, comparte Marisol.
Lola, por su parte, habla de un nuevo “Color Esperanza”, una forma de mirar la vida con más apertura y positividad frente a la incertidumbre y el miedo.
Mientras, Estrella y Mª Carmen han descubierto que las preocupaciones humanas no entienden de fronteras: “A un lado y otro del charco nos importa lo mismo: que nuestra infancia esté protegida de cualquier tipo de violencia. Queremos que las mujeres estén libres de maltrato y que el machismo se supere dejando crecer libremente a nuestras hijas”.
Más de 150 voces de sensibilización
Con ellas ya son más de 150 personas voluntarias las que, tras su paso por “Estrechando Lazos”, se han convertido en altavoces de las realidades con las que trabajamos. Sus voces nos ayudan a seguir sensibilizando y a tejer redes de solidaridad en 15 provincias españolas. Marisol lo resume así: “El voluntariado internacional es un intercambio real donde aprendemos tanto como aportamos”.
Y como destacan Estrella y Mª Carmen, se trata también de generar espacios de cuidado compartido: “La intención es reunir a mujeres en un ambiente familiar que les haga sentirse queridas, donde lo más importante seamos nosotras mismas, nuestro autocuidado y la superación de las penas que cada una lleva”.
Un compromiso que va más allá del viaje
Pero nuestra visión del voluntariado no acaba en la experiencia, sino que continúa al volver, si cabe con más fuerza. En cada comité local, estas vivencias se transforman en un compromiso duradero con la justicia social. Lola lo expresa con una imagen sencilla pero poderosa: “No estás ahí para cambiar el mundo en un día. Estás para estar. Para quedarte”. Ese es el verdadero sentido de “Estrechando Lazos”: un voluntariado que no es un paréntesis, sino un catalizador de cambio personal y colectivo. Como dice Marisol: “Debo seguir actuando, esté donde esté, en favor de un mundo donde niñas y adolescentes vivan libres de violencia”.
Te invitamos a sumarte
En Taller de Solidaridad seguimos apostando por este programa porque sabemos que cada voluntaria que regresa multiplica nuestra capacidad de sensibilización y fortalece nuestra red solidaria. Te invitamos a formar parte de esta iniciativa de voluntariado que apuesta por la construcción de una ciudadanía global comprometida con la justicia social, donde el encuentro entre realidades es el motor de la transformación.