Acerca de este Proyecto
- Dónde: Ushpa-Ushpa, Cochabamba, Bolivia
- Con quién: 40 mujeres y sus familias
- Cuándo: Desde 2021 a la actualidad
- Junto a quién: Siervas de San José
- Con la colaboración de: Fundación Nuqanchik
“Estoy en los huertos desde hace 4 años, realizando actividades como siembra, cosecha y elaboración de abono, y aprendiendo junto a mis compañeras. En mi familia, hemos mejorado la alimentación y ahora comemos verduras de mi huerto, ya no compramos del mercado. Aunque tenemos problemas de agua, hemos comenzado a cosechar agua de lluvia y a criar gallinas ponedoras. Ahora vendo huevos a mis vecinos y estoy feliz de tener mi huerto y gallinas en casa. Agradezco a la Fundación y a Taller de Solidaridad por ayudarnos y animo a otras mujeres a unirse al grupo.”
Catalina Gonzales Pérez , participante en el proyecto
Descripción del Proyecto
Desnutrición generalizada
La inestabilidad política y social en Bolivia se traduce en pobreza y dificultades para acceder a servicios básicos, especialmente para las familias más vulnerables. En Cochabamba, esto provoca desempleo masivo, lo que obliga a las familias a vivir al día y contribuye a problemas de adicciones, desigualdades de género y violencia machista.
La soberanía alimentaria de niños, niñas y adultos no está garantizada debido a la falta de acceso a alimentos saludables, lo que lleva a mala alimentación y desnutrición. La dieta se basa en arroz, patatas y pasta, que carecen de nutrientes y proteínas. Además, el acceso a productos frescos como hortalizas y huevos es cada vez más difícil debido al aumento de precios.
Los terrenos secos y el acceso limitado al agua, agravados por el cambio climático y la falta de infraestructura, empeoran la situación. La deforestación, impulsada por el crecimiento poblacional de zonas rurales, ha reducido la vegetación autóctona. Es crucial fomentar la elaboración de abono orgánico, reforestar, controlar la tala masiva, diversificar la alimentación, y mejorar el aprovechamiento de agua, el control de basura y el reciclaje.
Las participantes de este proyecto son mujeres quechua hablantes que se han mudado del campo a la ciudad y están en situación de vulnerabilidad. La mayoría tiene en promedio siete hijos e hijas y vive en condiciones de hacinamiento, enfrentando a menudo violencia machista en sus hogares. Su nivel educativo es bajo, y algunas son analfabetas. Trabajan de forma ocasional, principalmente en ventas ambulantes o en trabajos domésticos, de cocina y construcción, y se encargan principalmente de las tareas del hogar y el cuidado familiar.
Estas mujeres tienen patios donde pueden crear huertos y gallineros. Durante la crisis de COVID-19, comenzaron a usar estos espacios para producir verduras y huevos, buscando nuevas formas de sustento. Esta actividad generó solidaridad entre familias y vecinos, quienes comparten la producción.
Con la formación y el desarrollo de sus huertos y gallineros, estas mujeres contribuyen económicamente a sus hogares, reduciendo la dependencia del mercado, afectado por la inflación. Algunas incluso venden excedentes a sus vecinos.
Una alternativa para las mujeres
En busca de un estilo de vida saludable
Los huertos orgánicos y gallineros familiares están mejorando la alimentación de las familias en Alto Litoral y Monte Olivos en Uspha Uspha. El proyecto beneficia a 60 participantes y sus familias al permitirles producir alimentos orgánicos, saludables y amigables con el medio ambiente, en línea con los ODS 2 y 13 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Además, se crean espacios para que las mujeres de las comunidades se formen, se encuentren y compartan, fortaleciendo sus relaciones, empoderando a las mujeres, y promoviendo la igualdad de género y el emprendimiento familiar.
El proyecto también se enfoca en la conciencia ambiental, incluyendo la forestación de aceras y áreas verdes, y el uso responsable del agua. Se organizan talleres para fomentar una vida saludable y resaltar la importancia de una dieta sana, con el objetivo de reducir la desnutrición en el país.