Acompañar y formar para luchar contra la violencia de género
Han pasado 150 años, pero el espíritu de Bonifacia, fundadora de las Siervas de San José, sigue tan presente como el primer día. Su lucha por el derecho de la mujer a ganarse la vida honradamente con su profesión es el legado en el que nos miramos en Taller de Solidaridad con proyectos como Hilandera. Un taller textil ético que nace en Málaga, en septiembre de 2019, con el objetivo de generar una oportunidad de empleo digno para mujeres en situación de vulnerabilidad y convertirse en proveedor para entidades y empresas que quieran trabajar de forma distinta, y lo hace de la mano de tres entidades sociales: la Congregación Siervas de San José, la Fundación Marcelino Champagnat y nuestra Fundación.
En un mes como el de junio, en el que celebramos el nacimiento de Bonifacia Rodríguez, este proyecto adquiere, si cabe, más relevancia.
“Hilandera es una apuesta por actualizar el proyecto de las Siervas de San José en la realidad y contexto de hoy. Qué mejor celebración, que luchar y dignificar a mujeres que sufren diversas pobrezas con un trabajo bien hecho”, señala Mariana Maqueda, Sierva de San José, y parte del equipo de este proyecto.
Proyecto Hilandera recoge los valores de la familia josefina con una triple dimensión: nos dirigimos a mujeres, nos centramos en el sector textil y queremos que este trabajo se convierta en algo más que un sustento para las personas que forman parte de esta iniciativa. Además de su clara línea emprendedora, Hilandera tiene una vocación de promoción y formación a colectivos de mujeres en situación de mayor vulnerabilidad. De esta forma, nos abrimos a trabajar en red con otras entidades de Málaga y a desarrollar nuevas propuestas de formación. Así, a los cursos de costura para mujeres en situación desfavorecida que venimos desarrollando desde el inicio de este proyecto, este mes de marzo se ha sumado nuestra primera formación destinada a mujeres víctimas de violencia de género.
Ocho mujeres han podido desarrollar sus habilidades de diseño, patronaje y uso de la máquina de coser en este primer curso de corte y confección. A lo largo de estos tres meses, se ha trabajado también con ellas otros aspectos formativos que le permitan una mejor inserción laboral.
“He encontrado mujeres dispuestas a aprender, mujeres con cargas, agobiadas, pero al tiempo entusiasmadas por aprender, por poder tener un futuro mejor, por ir hacia adelante”, asegura Antonia Salado, formadora de corte y confección.
Tan importante como el aspecto laboral ha sido el acompañamiento individualizado y personal que se ha hecho con cada una de ellas.
“Ha sido un cambio en mi vida, en lo personal.” señala A.B. Mientras, J.S. destaca que “me he sentido muy apoyada, muy arropada en todo momento” y M.G. añade que “este curso nos ha ayudado a enfocarnos al futuro, a recordar cosas que habíamos dejado a un lado…”.
Con este curso se ha pretendido brindarles nuevas opciones de vida a todos los niveles y se ha trabajado con ellas para que vean que la igualdad de género es un derecho de todas y cada una de las mujeres, porque la problemática de la Violencia de Género va más allá de la falta de formación, como destaca Elena García Checa, formadora y psicóloga del proyecto:
“No es solo ser víctimas de violencia (lacra gravísima) sino salir de ella económica, física, psicológica y emocionalmente. Son mujeres que están luchando constantemente contra una carga emocional durísima.”
Para Elena trabajar con estas mujeres ha supuesto todo un reto profesional como psicóloga y formadora y un aprendizaje personal.
“A la vez que una experiencia muy enriquecedora porque no sólo aprenden ellas, también enseñan, enseñan la realidad y el impacto de la violencia de género, la dificultad que supone el volver a empezar, reencontrarse y rehacerse.”
Una dificultad a la que han hecho frente unidas, como grupo humano que ha ayudado a potenciar el curso.
“A pesar de las diferencias culturales, de países distintos, ahí también nos hemos apoyado desde el grupo”, destaca M.G., participante del curso. “Todas hemos evolucionado, personal y profesionalmente”, añade J.S, otra de las ocho mujeres que ha formado parte de este primer curso financiado por la CONFER y el Banco Santander, así como la Junta de Andalucía con fondos de ayudas a través del 0,7%. “Espero que lo sigáis haciendo, formando a mujeres”, desea J.S.
Un deseo que a partir de septiembre se convertirá en realidad con la segunda entrega de este curso de corte y confección. Desde Taller de Solidaridad esperamos que un nuevo grupo de mujeres puedan encontrar a través de Proyecto Hilandera y del espíritu de Bonifacia un espacio de desarrollo personal y profesional, repleto de esperanza y herramientas para un cambio hacia un futuro mejor.
Un futuro, el de Hilandera, al que podemos contribuir con la compra en la tienda online de TdS de las mascarillas éticas de la marca Ropa Hecha con Amor, cosidas por las trabajadoras de este taller con un tejido certificado y con todo el esmero de unas profesionales que han sido capaces de reinventarse en tiempos de crisis.