Una experiencia transformadora

Mi experiencia como voluntaria en mi primera semana ha sido extraordinaria. Desde el primer día he tenido la certeza de estar aportando mi granito de arena al proyecto, sintiendo que cada acción, por pequeña que fuera, formaba parte de algo mucho más grande.

La acogida del equipo

Todo el equipo de Cutivalú me ha acogido con los brazos abiertos, tratándome de manera excepcional y demostrando una calidez humana que me ha hecho sentir como en casa desde el primer momento. He intentado colaborar en todo lo que se me solicitaba y no ha habido un instante en que me sintiera sin propósito. Siempre hay algo que hacer, algo que aportar, algo que aprender.

Participando en las actividades

He tenido la gran fortuna de poder participar activamente en la Jornada de Claustro del programa de capacitación en derechos laborales y autonomía económica, un momento especial donde las participantes recibían sus titulaciones tras meses de esfuerzo y dedicación. También pude acompañar el encuentro de las tres redes -La Matanza, Catacaos y Chubucanas- del proyecto “Juntas por la Igualdad” al que apoyamos desde Taller de Solidaridad, donde socializaron sus demandas, agendas y propuestas que con tanta valentía defienden.

Las historias de las protagonistas

Pero sin duda, lo que más me ha marcado ha sido poder escuchar los testimonios de las mujeres de Piura. Escuchar cómo relataban la superación de barreras culturales y personales para alcanzar su bienestar personal ha sido verdaderamente admirable e increíble. Sumergirme en sus historias, sentir cómo se empoderaban y cómo construían juntas un futuro mejor, ha sido una experiencia verdaderamente transformadora.

Esta primera semana me ha enseñado sobre la importancia de la resiliencia, la empatía y la solidaridad. He comprendido que el voluntariado no es solo dar, sino también recibir: recibir lecciones de vida, inspiración y una perspectiva completamente nueva sobre la fuerza del espíritu humano.

Espero que las próximas semanas me permitan seguir aprendiendo y contribuyendo a este hermoso proyecto que está cambiando vidas, incluida la mía.

Marisol Almendro, voluntaria internacional

Julio 2025. Piura, Perú