La evidencia científica en las últimas décadas es incontestable. El actual ritmo de deterioro de la Tierra no es sostenible para la comunidad planetaria. Los efectos que a todo lo largo y ancho del Planeta se manifiestan por el uso que hacemos de los recursos ambientales y los ecosistemas nos harán fracasar como sociedad si no adquirimos de manera responsable conciencia individual y promovemos activamente una educación ambiental colectiva.
Estamos provocando una crisis ambiental sin precedentes, que se manifiesta en múltiples problemas globales como el aumento de la contaminación, la pérdida de ecosistemas y el cambio climático.
Ahora que han pasado más de tres décadas desde que se acuñó el término de Desarrollo Sostenible, nos damos cuenta de que esta propuesta que implica un modelo económico y social alternativo está más vigente que nunca. No podemos pretender que nuestros hijos, hijas, nietos y nietas puedan disfrutar de la Tierra y de los océanos, tal y como los hemos conocido, si no reconducimos nuestra manera de relacionarnos con ellos. Y esto implica cambios y transformaciones profundas. Así lo pone de manifiesto la Agenda 2030 de la ONU, en la que casi la mitad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que propone inciden directamente en ello.
Una apuesta por impulsar cambios locales que contribuyan al cambio global
Ante este panorama en TdS seguimos apostando, como lo hemos hecho desde nuestro origen, por impulsar cambios locales que contribuyan a este cambio global deseado.
Como ONG de Cooperación Internacional comprometida con la promoción del trabajo digno para mujeres en ámbitos de exclusión, impulsamos proyectos desde el enfoque de Desarrollo Sostenible. Sostenible para el territorio y los ecosistemas, y para las comunidades que viven en ellos. Iniciativas productivas que promueven el Derecho a la Alimentación desde la visión de la agroecología y el desarrollo rural sostenible. Programas que mejoran las capacidades locales para poner en marcha emprendimientos individuales y colectivos en el ámbito de la Economía Social y Solidaria.
Todas estas iniciativas se desarrollan de la mano de nuestras socias locales en Nicaragua, Guatemala, Perú, Colombia, Bolivia o R.D. del Congo, y se hace poniendo en el centro a las personas -las mujeres como foco de nuestra Misión- y también al territorio, ya sean ámbitos rurales o urbanos, considerando las capacidades ambientales de los mismos. Y promoviendo su uso sostenible, con una visión de conservación y de lucha contra el Cambio Climático, ante la emergencia que como sociedad estamos llamados a responder.
Ropa Hecha con Amor y proyecto Hilandera alternativas textiles basadas en procesos de producción mas humanos y sostenibles
A través de nuestra propuesta textil en el ámbito de la Economía Social, Ropa Hecha con Amor, que tiene su origen en la importadora de Comercio Justo puesta en marcha en 2008, queremos demostrar que es posible una alternativa textil ética que produzca y sirva a mercados locales con procesos de producción más humanos y sostenible.
Confeccionamos en Hilandera, un emprendimiento social que empodera a mujeres en situación de vulnerabilidad.
Trabajamos con proveedores de proximidad, buscamos la recuperación de nuestra economía, apostando por el KM0.
Fomentamos la inclusión, la igualdad de género y la sensibilización para la construcción de un mundo más justo e igualitario
Proyecto Hilandera, un taller ético textil de promoción social, situado en el malagueño barrio de la Carlinda, nace en 2019 con el objetivo de formar y emplear a mujeres que provienen de distintas zonas de la ciudad de Málaga. Este proyecto nace de la apuesta de tres entidades sociales como la ONGD Taller de Solidaridad, la Congregación Siervas de San José y la Fundación Marcelino Champagnat por apoyar a mujeres que por distintas circunstancias habían perdido la esperanza de tener un empleo digno.
Durante los primeros meses de actividad del taller y como respuesta a la pandemia el taller pone en marcha una línea de producción de mascarillas éticas que empleo a catorce mujeres para las que acceder a un oficio se había convertido en una carrera de obstáculos. A medio plazo, Proyecto Hilandera pretende convertirse en un referente de la moda sostenible y la promoción de la llamada economía circular.
Además, desde nuestra marca Ropa Hecha con Amor hemos lanzado una propuesta de prendas escolares y deportivas con valor social, con la que brindamos a centros educativos y deportivos la posibilidad de contribuir a fomentar el empleo digno en el sector textil y de educar con el ejemplo, utilizando las prendas como una herramienta de sensibilización en el entorno de sus comunidades educativas y deportivas. Conoce nuestro propuesta de uniformidad escolar y deportiva.
En Taller de Solidaridad también apostamos por un modelo económico en el que se maximizan los recursos disponibles, tanto materiales como energéticos, para que estos permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo. Aspirando a reducir todo lo posible la generación de residuos y a aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se haya podido evitar. Así se extraen materias primas, se fabrican productos y de los residuos generados se recuperan materiales y sustancias que posteriormente se reincorporan, de forma segura para la salud humana y el medio ambiente, de nuevo al proceso productivo. En última instancia se trata de desvincular el crecimiento económico del consumo finito de recursos. Y así pretendemos hacerlo con nuestra futura colección de pijamas para niños y niñas, para la que se utilizarán telas desechadas de otros procesos productivos.
Así reinvertimos los beneficios que genera nuestra marca Ropa Hecha con Amor
El modelo económico actual es un modelo lineal, basado en “tomar-fabricar-consumir-eliminar”. Este modelo es agresivo con el medio y agotará las fuentes de suministro, tanto materiales como energéticas. Además, en este tipo de economía hay una fuerte dependencia de las materias primas, lo que conlleva un riesgo asociado al suministro, precios elevados de las mismas y con mucha volatilidad, así como una reducción significativa del capital natural, además de las consiguientes pérdidas económicas.
Hacia una nueva economía circular
Se hace por tanto necesario iniciar una senda de transición para pasar de la economía lineal a la economía circular.
Y todas estas acciones con impactos muy concretos en la sociedad y en las poblaciones participantes, comprometidas con la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible, constituyen la base de nuestras intervenciones en educación para la ciudadanía global y transformadora. A través de programas en todas las etapas de educación formal y no formal, nuestros niños, niñas y jóvenes vivencian y se empapan del impacto transformador para la ciudadanía y para la salud del planeta de estos modelos, proyectos e iniciativas alternativas que hoy, y desde hace 20 años, promovemos en todos nuestros ámbitos de intervención a escala local y global.