Desde Taller de Solidaridad queremos expresar nuestro profundo pesar por la muerte del pamuk (líder) awajún Santiago Manuin Valera, que tuvo lugar el pasado 1 de julio en la ciudad de Chiclayo por la COVID-19 y la ausencia de oxígeno.
Santiago fue y será uno de los mayores defensores de la Amazonía Peruana. Nacido en la quebrada del río Domingusa (Condorcanqui), fue fundador y presidente del Consejo Aguaruna Huambisa (CAH), la organización indígena más importante de la Amazonía noroccidental en los años 70. Allí comenzó su lucha por la defensa del territorio a través de la titularidad de las tierras a nombre de las comunidades indígenas. En aquel momento tuvieron que hacer frente a la entrada de cocaleros en la zona, pero gracias a su esfuerzo y persistencia consiguieron expulsarlos de aquellas tierras.
Siempre promovió el cuidado del bosque, de las tradiciones, de la lengua, la cosmología y la espiritualidad Awajún y Wampis, por ello buscando el Tajimat Pujut (buen vivir o vida plena en Awajún), fue fundador de la ONG SAIPE junto a los hermanos jesuitas en los años 90. Esta ONG, aliada de Taller de Solidaridad, sigue trabajando en el territorio promoviendo el autodesarrollo productivo de la población Awajún y Wampis y la formación de jóvenes líderes y lideresas, que serán los herederos y herederas de la lucha de Santiago.
En 2009 fue conocido internacionalmente como uno de los líderes de los pueblos Awajún y Wampis que participó y estuvo al frente del paro indígena por la defensa del territorio, después conocido como El Baguazo. Una acción en la que fue herido por disparos de metralleta, pero a los que logró sobrevivir.
Tras este conflicto, fundó y presidió, junto a otros hermanos y hermanas Awajún y Wampis, el Consejo Permanente del Pueblo Awajun y Wampis (CPPAW), donde continuó la defensa del territorio, enfrentándose a petroleras, a la minería ilegal, al Estado y al monocultivo. Actualmente, el pueblo Awajún sigue reivindicando la autonomía que les permita constituirse como Gobierno Autónomo dentro del Perú, para así poder determinar el desarrollo del territorio desde la visión de los pueblos y su gente.
El territorio Awajún y Wampis no es ajeno a la pandemia de la CODIV-19, que está visibilizando la falta de infraestructuras y servicios sanitarios del país y en especial en zonas rurales amazónicas y andinas. Actualmente, la población se encuentra abandonada por un gobierno que 3 meses después de la declaración del Estado de Emergencia no ha desarrollado un plan de protección y atención para los pueblos indígenas. No hay casi pruebas de la COVID-19 que puedan determinar la cantidad de población afectada y el número de muertos, la gente está desesperada por la falta de medios, medicinas y sanitarios. Algunos líderes y lideresas estiman que esta enfermedad ya está afectando al 40% de la población de Condorcanqui (120.000 personas).
La COVID-19 y la falta de acción de los Estados están haciendo que los pobladores y cuidadores de la Amazonía, el pulmón del mundo, estén muriendo por falta de oxígeno. Cuando ya sea tarde, y ya es tarde, puede que este momento pase a ser conocido como uno de los mayores etnocidios de la historia.
Extendemos nuestro pésame a toda la familia Manuin, a todos sus amigos, amigas, compañeros y compañeras, y a todo el pueblo Awajún. La lucha de Santiago continúa a través de todas las personas que le conocieron y que siguen luchando por la autodeterminación y el cuidado del bosque y la cosmología Awajún y Wampis. Descansa en paz Santiago, Ajum wainiami Pamuk.
“Nosotros los indígenas no podemos vender nuestra Amazonía. Los planes de desarrollo que tienen a la plata como única finalidad no nos convienen. A las empresas no les importa si nos ensucian cuando arrasan bosques para sus campamentos, cuando remueven tierras, contaminan aguas, espantan a los animales, atraen prostitución y maleantes. Ni los empresarios ni sus mujeres ni sus hijos viven aquí para sentir la destrucción de nuestro ecosistema. Nosotros vivimos en ella, somos parte de ella, dependemos de ella y por ello tenemos que amarla, cuidarla y compartirla sanamente con todos nuestros paisanos del mundo. No podemos ponerle precio a nuestro bosque porque una madre no se vende“. Santiago Manuin.
(Fotografías de Diego Benavente Marchan)