La importancia de las once
En Chile no se cena. Se toma la once, entre las 17 y las 21.
Según lo que posiblemente sea una etimología popular chilena, esta palabra provendría de la costumbre de los trabajadores de las salitreras que acompañaban la merienda con un trago de aguardiente, a finales del siglo XIX. Debido a la existencia de restricciones para beber alcohol, llamaban once a tal comida por la cantidad de letras (11).
Actualmente, en el centro la once se toma al finalizar la tarde para dar un sustento más a los niños y los adolescentes que acuden a las actividades que las Siervas de San José y todos los educadores realizan con ellos.
Esto supone un momento muy importante del día por el alimento: leche con chocolate acompañada de pan y palta (por ejemplo). Pero no es sólo comida, sino el momento en el que los niños se sientan a compartir, a reír, a pedir por favor, a dar las gracias…y a sentirse parte de esta gran familia que es el centro, en el que los mayores cuidan siempre con mucho mimo a los pequeños, y donde los pequeños respetan y siguen a los mayores con admiración. Incluso a veces, pensando…”si ellos pueden, nosotros podremos cambiar
Con ellos, hemos vivido cada tarde el momento de la “once” y de ello nos llevamos un aprendizaje más, ellos comparten lo que necesitan para vivir cada día, no sólo lo que les sobra.
¡Gracias, niños y niñas!.
Nuria y Raúl / Chile 2014