Nuestras socias locales: la otra cara del voluntariado internacional

Cada año nuestras voluntarias internacionales parten a sus destinos con ilusión y ganas de compartir, pero también llevan en su mochila algún que otro miedo y cierta incertidumbre. Un miedo que se disipa nada más pisar terreno y sentir el cariño de las personas que las reciben y las acogen. Las Siervas de San José les abren las puertas de sus casas para que se sientan como en la suya propia, y nuestras sociales locales las involucran en los proyectos como si de un miembro más del equipo se tratara. Todo se prepara con cuidado y siempre velando por el bienestar de las personas que deciden emprender este camino del voluntariado y de aquellas con las que van a compartir estos momentos.

En esta ocasión, uno de los destinos de nuestro programa Estrechando Lazos ha sido Colombia. Allí la Institución Técnica San José Obrero y las SSJ hicieron de anfitrionas y vivieron con Cris, Sofía y Mer esta experiencia, que nos acerca Paola.

“Mi nombre es Paola Andrea Milán Restrepo, directora y coordinadora de proyectos de la Institución Técnica San José Obrero. Soy una mujer orgullosa de su trabajo y con un compromiso constante con la misión y el carisma de las Siervas de San José”.

 

¿Qué supone para la entidad recibir voluntariado internacional?

Para San José Obrero, recibir voluntariado supone una planeación previa, donde se hace una mirada objetiva de las oportunidades de crecimiento que tiene la Institución, y en pro de esta realidad, hacemos un análisis previo de los perfiles de cada una de las voluntarias, para de manera consensuada, construir una agenda de trabajo que aporte a ambas partes.

Por un lado, a San José, al tener a su servicio la experiencia y conocimiento de las voluntarias y resolver a partir de ellos, algunas necesidades que nos permita una mejora continua de nuestros procesos institucionales. Por otro a las voluntarias, a las que les permite conocer otras realidades, aportar estrategias de crecimiento, vivir una experiencia diferente a la de sus países, y tener conciencia plena de lo que son, y lo mucho que pueden aportar a otras personas.

Es importante dar a conocer que, en la construcción de la agenda, tenemos en cuenta los aportes de la comunidad de las Siervas de San José del Playón, que junto a la Institución apoyamos la llegada de las voluntarias y nos unimos en un mismo equipo, para brindar una excelente acogida, propia del carisma de las Siervas.

¿Cómo ha sido la experiencia de acoger a estas voluntarias?

Muy satisfactoria, hemos aprendido de cada una de ellas, se logró el objetivo proyectado, recibimos mucho apoyo, nos brindaron estrategias y herramientas que pusimos en práctica, conocieron de primera mano nuestra realidad y hoy son unas aliadas significativas para nuestro proyecto misional.

¿Cuáles son los proyectos en los que han participado las voluntarias?

Las voluntarias pudieron conocer de manera general nuestro proyecto educativo, la misión que tenemos, a lo que nos dedicamos, nuestros procesos y nuestra realidad. Para ello, emergieron en todo lo que es el plan estratégico, conocieron nuestro horizonte institucional, nuestro propósito. Luego, de manera activa participaron en una propuesta de valor, para crecer en una de nuestras debilidades, el fortalecimiento de las redes sociales y las comunicaciones.

También conocieron el proyecto de enfermería que tenemos en alianza con TDS, tuvieron cercanía con la población estudiantil, conocieron sus historias de vida, y algo muy valioso, aportaron con talleres formativos al grupo de estudiantes.

Finalmente, participaron en el proyecto Emprendamos, visitaron algunas emprendedoras, pudieron hacer un paralelo entre la realidad de ser un emprendedor en Colombia y ser un emprendedor en España, tuvieron un encuentro maravilloso con todas ellas, vivieron de cerca sus proyectos, fue una experiencia muy bella.

¿Cómo se hace el proceso de integración en la comunidad?

En la comunidad de las Siervas.

Bueno, primero son consultadas con la posibilidad de recibir voluntariado en la Institución, pues ellas reciben en su casa a quien nos visitan y nos apoyan con su permanencia durante el tiempo de duración del mismo. Luego, compartimos la agenda y la retroalimentamos con sus observaciones; también integramos actividades que les permitan compartir tiempo y espacio con las voluntarias (salida a visitar a las madres mayores, salidas compartidas entre el equipo de la Institución, las Siervas y las voluntarias). Al final hacemos un compartir de experiencias entre todos, disfrutamos de un almuerzo y expresamos nuestras sensaciones respecto a la experiencia, algo muy enriquecedor.

En la comunidad del barrio, entorno.

Ya hablando de la comunidad o entorno más cercano, hubo una previa capacitación con las voluntarias sobre nuestro territorio, les dimos a conocer sobre las características del barrio, sus dinámicas sociales, y planeamos recorridos en el lugar, conocieron restaurantes de la zona, esto generó confianza a los lugareños, quienes relacionaron su presencia con las Siervas y la Institución, en general la comunidad fue amable y cordial con ellas.

¿Qué aportan en los procesos a los que se incorporan y a la comunidad local?

Aportan estrategias, nuevas miradas, experiencias vividas y, sobre todo, aportan desde sus saberes, brindando un apoyo importante para nuestra labor. A nivel local, se trata de conocer otras realidades, visibilizar nuestro país, nuestra obra, en esencia, nuestra realidad. Al final, es compartir parte de la cultura.

¿Qué feedback has recibido de la comunidad sobre la presencia y el trabajo de las voluntarias?

De la comunidad de las Siervas.

En general fue una experiencia bonita, pero intensa, tener tres voluntarias generó más planeación, mayor dedicación, retos, flexibilidad en la agenda y mayor dedicación por parte de las Siervas. Se considera para una próxima visita, disminuir el número de voluntarias. No obstante, se valora el aporte de cada una de las tres voluntarias para el crecimiento de la Institución, su afiliación con la obra, con las Siervas, y su don de servicio.

De la comunidad educativa, emprendedores y equipo de trabajo.

Como equipo de trabajo nos sumamos a la percepción de las Siervas, pero también resaltamos el tiempo de trabajo y de calidad ofrecido a la Institución, su interacción con los estudiantes y los emprendedores, quienes valoraron los talleres y la información brindada, la compañía, su conocimiento y la disposición para ponerlos al servicio de ellos.

Por mejorar, a lo mejor fortalecer previamente el vínculo entre voluntarias, para que sus expectativas entre sí sean acordes a la realidad de cada una de ellas.

De la comunidad del barrio

En realidad, no hay un espacio que nos permita conocer las sensaciones de las personas del barrio, lo que sí, es que luego de que no vuelven a ver la presencia de las voluntarias, surgen preguntas como: ¿Cuándo se fueron las voluntarias?, ¿cuándo vuelven?, ¿por qué no se quedaron más tiempo?… Esto refleja la aceptación de la comunidad hacia estas visitas.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las voluntarias durante su tiempo en el proyecto?

Primero conocer el barrio, su entorno, las limitaciones para recorrer los diferentes espacios y lugares, pues se recomienda no salir solas a todas las zonas. De otro lado están las notables diferencias en la cultura, las dinámicas sociales, lo que representa un choque con sus cotidianidades y costumbres.

Luego, también está tener que entender tan deprisa la Institución, sus proyectos, su estructura organizacional, pero una vez logrado o superado este paso, lo demás se facilita y obtenemos en conjunto los objetivos trazados. Nosotros aprendemos de ellas, y ellas aprenden de nosotros. Por ejemplo, al final de esta visita, quedaron unos productos muy valiosos que nos brinda un crecimiento en áreas estratégicas, como las comunicaciones y el manejo de las redes sociales, así, como una futura posibilidad de alianzas importantes.

¿Qué oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal crees que esta experiencia les ha proporcionado?

Quizá valorar más su país, sus logros, sus triunfos, conocer otras realidades definitivamente les da una mayor sensibilidad, más deseos de ser altruistas, más conciencia, entre otras cosas.

Respecto al aprendizaje, creería que se van con una mirada organizacional que pueden tener en cuenta para sus proyectos laborales.

¿Podrías compartir alguna anécdota o experiencia memorable con las voluntarias?

La experiencia más memorable que nos queda es la motivación de las voluntarias para sumarse al proyecto misional, su deseo de aportar, su deseo de aprender del equipo de trabajo, la humildad para sorprenderse cada día, disfrutar cada salida, su curiosidad por lo nuevo, la disposición para hacer las cosas bien.

¿Qué mensaje te gustaría transmitir a otras personas que estén considerando participar en proyectos de voluntariado internacional?

Uno solo, atrévanse a vivir una experiencia de estas, les aseguramos que no se van a arrepentir, cada acción en beneficio de otros siempre valdrá la pena.

¿Y a aquellas personas que quieran colaborar directamente con los programas que tenéis en la Institución?

Gracias por esta pregunta. Aquellas personas que deseen colaborar directamente con la Institución, lo podrán realizar a través de nuestra gran cena de solidaridad, este próximo 25 de octubre. Con este evento benéfico, podremos seguir recaudando los fondos, que nos permitan seguir cambiando y transformando las vidas de aquellas personas que solo necesitan una oportunidad.

Con su contribución, las familias de nuestros estudiantes y emprendedores, podrán compartir un momento especial, y al mismo tiempo, muchos jóvenes más podrán acceder a nuestros programas de formación.

Puede realizar su aportación a través de:

ES4100496791742016004388 (Siervas de San José)
Bizum: 04276 (Taller de Solidaridad)

No está de más decir, que sigan apoyando también a Taller de Solidaridad, un aliado invaluable para nuestra obra misional.