Transformando vidas desde la resiliencia: el rostro humano del emprendimiento en Medellín

En el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, acercamos la realidad de muchas de estas mujeres a través de los ojos de nuestra compañera María en su viaje a los proyectos de emprendimiento que apoyamos en Colombia.

Un recorrido por los barrios de Medellín revela la fuerza transformadora del proyecto Emprendamos. Desde el salón de belleza de Adriana hasta las pizzas de Gloria, cada negocio cuenta una historia de superación que va más allá del emprendimiento: es la construcción de un futuro digno para mujeres que enfrentan la exclusión social con determinación y esperanza.

Nuestra compañera María, técnica de cooperación internacional de TDS, tuvo este verano la oportunidad de acompañar a Ana Beatriz, responsable del proyecto Emprendamos en la Institución Técnica San José Obrero (ITSJO), en un recorrido que amplió su perspectiva sobre el impacto de nuestro trabajo. Así nos lo cuenta:

Un salón que abre horizontes
 

El primer encuentro fue en el barrio Andalucía, donde Adriana nos recibió en su salón de belleza. Las paredes azul cielo parecían reflejar lo que se abrió para ella y su entorno gracias a estos años de esfuerzo constante.

“Mi hija está a punto de graduarse en lengua castellana”, nos contaba mientras nos mostraba su nueva línea de productos. Adriana elabora ahora jabones ecológicos artesanales y tiene la idea de comenzar próximamente a desarrollar talleres comunitarios. Lo que comenzó como una necesidad económica se ha convertido en un motor de cambio social.

Creciendo juntas

 

Unas paradas de MetroCable más arriba, en Santo Domingo, nos esperaban Gloria y su hija Katia. Gloria forma parte de los inicios de Emprendamos y hoy su pizza es famosa en toda la comunidad. Su éxito ha inspirado a Katia, quien este año se incorporó al proyecto con una papelería a pie de calle en la vivienda familiar, que le permite atender desde primera hora la gran demanda vecinal de impresiones y fotocopias al tiempo que apoya a su madre en el amasado.

Katia ha conseguido también disponer de cartones de fotografía analógica reutilizados para servir las porciones de pizza de Gloria. El apoyo mutuo y la relación con la comunidad en Santo Domingo se palpaban en nuestro paseo por el barrio.

Una experiencia gourmet con historia

 

Al atardecer regresamos al barrio Andalucía, donde una parada obligada es “Sabor a 80s”, el restaurante de María del Carmen. Ha logrado transformar la planta baja de su casa en un acogedor establecimiento que ofrece una auténtica experiencia gourmet. Durante la cena fuimos testigos de un momento especial: la llegada de abuela y nieta de las clases de piano de la pequeña. Las risas, los abrazos y las palabras de agradecimiento hacia Ana Beatriz dibujaron una escena que resume la esencia de este proyecto: no se trata solo de crear negocios, sino de fortalecer familias y comunidades.

La tenacidad que vence las adversidades

 

Mafe se incorporó a Emprendamos en 2020, un año difícil. Sin embargo, su determinación la llevó a formarse en cuidado de uñas para generar ingresos y cambiar su situación. Hoy, con la confianza desarrollada en sí misma, ha conseguido alquilar una pequeña vivienda donde, junto a su compañero, atiende una tienda de barrio que combina venta al menudeo y cuidado de uñas, la cual se ha convertido ya en un punto de encuentro social en el vecindario.

Bienestar en movimiento

 

Para conocer a María atravesamos el Área Metropolitana del Valle de Aburrá hacia el sur, hasta Itagüí. Como cosmetóloga, ha logrado establecer su nuevo negocio. Mientras su hijo adolescente nos preparaba un té, ella nos compartía sus logros más recientes. De nuevo, la alegría en otro rostro al recordar tantas y tantas formaciones en estos años que le han llevado a mejorar su calidad de vida.

“Estoy consiguiendo contratos para realizar masajes en empresas”, nos explicaba. Sus servicios ahora forman parte de programas de salud ocupacional y bienestar en el área metropolitana. “Hace poco una médica me dijo que se sintió completamente curada después de mi masaje”, nos contaba riéndose satisfecha.

El poder transformador de las oportunidades

 

Volvimos a ITSJO reflexivas. De la mano de Ana Beatriz, me había acercado a transformaciones profundas en las vidas de mujeres que no solo han mejorado sus condiciones económicas, sino que han enfrentado y superado condicionantes sociales históricos. Una vez más, se confirmaba una convicción compartida: cada persona merece oportunidades, y es en comunidad, conectadas unas con otras, como realmente podemos alcanzar esos cambios que tanto anhelamos.

Emprendamos: cuando una oportunidad cambia el destino de toda una comunidad

 

Esta iniciativa, que desarrollamos desde 2016 en alianza con la Institución Técnica San José Obrero, ha beneficiado a 93 mujeres y jóvenes en riesgo de exclusión social a través de microcréditos, formación técnica y acompañamiento psicosocial. Porque Emprendamos no solo genera ingresos; construye dignidad, fortalece comunidades y demuestra que el emprendimiento puede ser una herramienta poderosa para la transformación social. En cada sonrisa, en cada logro compartido, en cada abrazo de agradecimiento, se escribe una nueva página de esperanza en los barrios de Medellín.