“Tratamos de contribuir al logro de la soberanía alimentaria, en armonía con el medioambiente, partiendo de los valores propios, el “Sumak Kawsay” y la equidad de género… Yo soy la encargada de ejecutar el proyecto de huertos y gallineros, organizando las actividades, el seguimiento y acompañamiento a las mujeres que participan, motivándolas para que desarrollen sus huertos orgánicos familiares“.
Liliana Siles es la coordinadora del proyecto de huertos y gallineros liderados por mujeres para la sostenibilidad en Bolivia de la Fundación Nuqanchik, que apoyamos en Cochabamba. Y quién mejor que ella para acercarnos a esta iniciativa.
Sostenibilidad y empoderamiento femenino
¿Por qué surge esta iniciativa en el proyecto? y ¿Qué desafíos específicos enfrentan las familias de Ushpa-Ushpa en términos de seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental?
Las familias de Ushpa-Ushpa enfrentan desafíos significativos en seguridad alimentaria debido a la inestabilidad económica del país que genera desempleo y pobreza afectando a las familias más vulnerables quienes tienen que buscar formas y medios de subsistencia para generar recursos que solventen los gastos del hogar. La alimentación de estas familias se realiza a base de carbohidratos; no tienen acceso a alimentos sanos, nutritivos por falta de recursos económicos. El cambio climático y los eventos meteorológicos extremos como heladas, sequias prolongadas, inundaciones, afectan la producción de alimentos propios en forma continua.
Respecto a la sostenibilidad ambiental, el crecimiento acelerado de la población y la ampliación de la marcha urbana sin planificación territorial provoca la deforestación, degradación, erosión de suelo, reduce significantemente la fertilidad y por ende no es apta la producción agrícola. La escasez de agua y el foco de contaminación del relleno sanitario que encuentra a 4 km. provoca un desequilibrio ambiental generando problemas respiratorios en la salud y bajas precipitaciones pluviales. Además, el crecimiento poblacional y la expansión urbana desordenada ejercen presión sobre los ecosistemas locales. La educación ambiental insuficiente y la falta de apoyo de instancias públicas dificultan la adopción de prácticas de reforestación para “el vivir bien”. Estos desafíos combinados amenazan la capacidad de la comunidad para conservar sus recursos naturales y garantizar un entorno saludable a largo plazo.
¿Qué estrategias se están implementando para mejorar la seguridad alimentaria en la comunidad?
Las mujeres de Monte Olivos y Alto Litoral a las que apoyamos desde Fundación Nuqanchik, están implementando varias estrategias para mejorar la seguridad alimentaria. Una de las iniciativas principales son los huertos orgánicos comunitarios y huertos orgánicos familiares, donde se cultivan una diversidad de hortalizas producidas de forma natural sin uso de agroquímicos. Además, hemos incorporado la crianza de animales menores (gallinas) para la producción de huevos criollos, que contribuyen al autoconsumo y el excedente a la venta a los vecinos del barrio.
También estamos trabajando en el fomento de prácticas de preparación de comidas tradicionales en base a productos locales como el “chuño, haba, arveja seca, maíz”, combinando con hortalizas frescas y nutritivas… del huerto a la olla…
En cuanto a la capacitación en prácticas de conservación de alimentos, estamos viendo técnicas como el deshidratado y la conservación en frascos, para asegurar el suministro durante todo el año. Y estamos promoviendo la producción y consumo de alimentos orgánicos, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes químicos. Estas actividades no solo mejoran la nutrición y salud de las familias, sino que también fortalecen la economía local y el empoderamiento de las mujeres al generar ingresos adicionales.¿Podrías explicarnos cómo se fomenta la elaboración de abono orgánico y la reforestación en la comunidad?
Realizamos talleres 100% prácticos, donde las mujeres aprenden juntas en comunidad… se explica el proceso del abono orgánico Bocashi utilizando materiales e insumos de fácil acceso que puedan replicar por cuenta propia, convertir residuos de cocina y restos de plantas en compost en casa para mejorar la fertilidad del suelo. Se aprovecha la crianza de animales menores (gallinas) para la producción de abono animal. Las mujeres se motivan y comparten experiencias y los resultados del uso del abono orgánico, generando así confianza y conocimiento que permite apoyo mutuo entre ellas.
En lo referente a reforestación, organizamos talleres y campañas de sensibilización sobre la importancia de los árboles y los beneficios ambientales, como la mejora de la calidad del aire y la conservación del agua y se promueven jornadas de plantación comunitaria generando un sentido de pertinencia. En los espacios de la Fundación se tienen las primeras experiencias de reforestación junto a familias, mostrando que sí es posible el desarrollo de plantas forestales nativas en la zona. Posteriormente, se facilitan las plantas forestales, abono, malla y listones a todas las familias para plantar árboles en las aceras de sus viviendas, y cada familia asume la responsabilidad de cuidar las plantas garantizando el éxito del crecimiento.
¿Qué tipo de formación reciben las mujeres participantes para la producción de alimentos orgánicos?
Reciben una formación integral que abarca diversos aspectos esenciales. Se conforma la base comunitaria invitando a mujeres voluntarias que desean conformar comunidad para trabajar en la implementación de huertos orgánicos familiares. A partir de ahí, se les brinda asesoría y acompañamiento en todo el proceso de la implementación de un huerto familiar: desde el diseño, construcción de infraestructura, remoción de suelo, abonado, siembra, labores culturales, manejo diversificado, rotación de cultivos en el huerto, cosecha.
Les enseñamos las prácticas de agricultura periurbana basado en el cuidado del suelo, agua, semilla y planta, para que mantengan una producción sostenible de alimentos sanos, nutritivos y frescos. También se practica las técnicas de control con bio insumos naturales utilizando insumos locales para prevenir plagas y enfermedades, de esta forma se contribuye al equilibrio ambiental. Brindamos asesoría técnica en sistemas de cosecha y almacenamiento de agua beneficioso para el riego… En cuanto a la comercialización local, las mujeres aprenden a valorar sus productos y acceder a mercados locales.
Esta formación integral, no solo mejora sus habilidades en huertos familiares, sino que también empodera a las mujeres, fortaleciendo su papel en la comunidad, contribuyendo a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.
¿Cómo se aborda el problema del acceso limitado al agua y qué técnicas se utilizan para su aprovechamiento? ¿Qué retos tenéis en relación con esto?
Para abordar el problema del acceso limitado al agua, impartimos charlas de sensibilización para el uso adecuado del agua y la reutilización, se implementan varias estrategias y técnicas como son la instalación de sistemas de captación de agua de lluvia, que almacenan en tanques para su uso durante períodos secos; técnicas de riego eficientes como el riego por goteo, que minimiza el desperdicio de agua al dirigirla directamente a las raíces de las plantas o el mulching (cobertura vegetal) en los cultivos, que consiste en cubrir el suelo con materiales orgánicos para reducir la evaporación y mantener la humedad del suelo.
Necesitamos invertir en la instalación de sistemas de captación, riego y capacitación continua para que las familias se apropien de esta experiencia. Uno de los retos que tenemos es seguir con la plantación de árboles forestales y frutales para revertir la erosión del suelo y revivir las cuencas hidrográficas y al mismo tiempo estos árboles en el futuro producirán materia orgánica para los huertos.
¿De qué manera se trabaja la gestión de residuos y el reciclaje en el proyecto?
Los residuos y el reciclaje se trabajan de manera integral con el objetivo de promover la sostenibilidad. Capacitamos a las familias en la separación de residuos orgánicos e inorgánicos. Realizamos talleres sobre la reducción de residuos y la reutilización de materiales, como la creación de macetas para cultivar, comederos y bebederos para las gallinas; convertimos en compost los residuos orgánicos, restos de alimentos y material vegetal, a través de procesos de compostaje, generamos abono natural para los huertos. Y, además, fomentamos el reciclaje de materiales inorgánicos como plásticos, que son recolectados en la Fundación y enviados a centros de reciclaje.
Con esta gestión integral buscamos reducir el impacto ambiental y mejorar la fertilidad del suelo de los huertos orgánicos familiares. Para continuar con las capacitaciones, actualmente se está construyendo un aula para que las mujeres participantes puedan asistir a las formaciones, gracias al apoyo del Concello de Santiago de Compostela.
Si quieres saber cómo este proyecto ha cambiado la vida de las mujeres y las familias que participan en él, no te pierdas la segunda parte de esta entrevista.



