Viaje hacia Somoto – Nicaragua
Desde mi llegada a España, la mayoría de la gente me hace principalmente estas preguntas: ¿Qué tal la experiencia? ¿Qué te parecieron Guatemala y Nicaragua? ¿Con qué experiencia te quedas, la del Congo o ésta? A lo que siempre respondo lo mismo: la experiencia increíble, pero muy diferente a la otra que tuve en el Congo. ¿Escoger? No podría hacerlo, cada experiencia es única e irrepetible. Lo que siempre digo es que una fue más vivencial, más en contacto con la gente, y en este caso no fue así, sino que fue más una visual de distintas realidades, de ver lo importante que es nuestra labor desde España y conocer otra parte de Taller de Solidaridad que desconocía. Tengo que darle las gracias a la organización porque me dieran esta oportunidad, ha sido muy enriquecedor en muchos aspectos y ha conseguido darme esa fuerza que necesitaba para seguir luchando.
¿Qué me parecieron las ciudades? Pues en realidad, no conozco mucho de ninguna, de Guatemala quizás más, estuvimos en el centro de la ciudad un par de días, nos acercamos a las comunidades y visitamos el Parque Tikal, tengo una perspectiva más general. En el caso de Nicaragua, llegamos a Managua y directamente cogimos un carro rumbo a Somoto, ciudad cabecera del departamento de Madriz situada al norte, donde estaríamos toda la semana asentados y desde ahí nos moveríamos a conocer el trabajo de tres organizaciones diferentes con las que tenemos relación.
Somoto es una ciudad bastante tranquila, que los días que la lluvía nos lo permitió (tenía el don de ponerse a llover justo cuando teníamos tiempo libre para dar una vueltecilla), la paseamos mucho mi compañero Jesús y yo. Lo que más me gustó fue el gran colorido que inundaba todas las calles con las distintas casas. Paseando el primer día, descubrí que la Iglesia de la ciudad se llama Santiago Apostol! Menuda coincidencia! Por supuesto, como gallega que soy no me pude marchar sin hacerme la foto con el cartel y también con las pulperías típicas! y no… no es lo que estáis pensando… no se vende pulpo, las pulperías de aquí son tiendas que tienen de todo, lo mismo te venden chips para los móviles, como bebidas, como accesorios del pelo, etc.
Los dos primeros días en Somoto nos acercamos a la organización INPRHU – Somoto. Como ya llevamos años colaborando con ellos, aunque no los conocía en persona, sabía de su existencia, de su labor y pues por coincidencia, justo la exposición de sensibilización que hicimos en el mes de junio en Ourense, reflejaba los testimonios de estudiantes del Centro de Educación Alternativa Rural que nace de esta organización y con la que TdS ha colaborado.
INPRHU es El Instituto de Promoción Humana que trabaja por los derechos humanos y el bienestar los niños, los adolescentes, familia y comunidades del Departamento de Madriz. Se trata de una organización cargada de historia, en la que se percibe nada más llegar el amor, cariño y sobre todo dedicación. Tuve la suerte de conocer a Doña Gladys, quien inició hace bastantes años una aventura en la que el objetivo primordial era ayudar a quienes más lo necesitaban. Por desgracia, a veces la vida no es justa, y en este caso así ha sido. Quizás el cansancio de tanta lucha y dedicación hicieron que su cuerpo no resistiera más, y con mucha pena, una semana después de llegar a España nos enterábamos de que había fallecido, mi más sentido pésame a toda la familia. Fue un placer conoceros, y conocer a esa mujer revolucionaria que puso todo patas arriba luchando por unos ideales. Dejo el enlace de la página web porque merece la pena conocer todo su trabajo: https://inprhusomoto.org/
En estos dos días gracias a los compañeros y compañeras de esta organización, visitamos y conocimos a muchas personas, en las que todas tenían algo en común, esa fuerza por luchar y salir adelante, emprender con sus negocios, no rendirse. Sus testimonios sinceros con lágrimas en los ojos contándonos sus vivencias, sus sentimientos, sus dudas… hacen que regreses y te cuestiones muchas cosas. Todos eso me los traigo en el corazón, y sé que me acompañarán en mis momentos de flaqueza, y sobre todo, como buena maestra que soy los usaré, como les dije a ellos, para enseñar, para que nuestros jóvenes y no tan jóvenes valoren lo que tienen, vean esas vidas tan diferentes y aprendan que en la vida todo se consigue luchando.
Que bonito leer de nuevo esta entrada. Después de tres semanas por aquí , corroboro mucho de lo leído. Ya no llueve apenas. Vivo y conviviré con la gente de INPRHU hasta mitad de diciembre.
Nos ha tocado evaluar resultados de algunos proyectos y comenzar a cimentar algunos nuevos.
Como dice nuestra compañera Diana, “son viajes de los que nunca regresas,”. En el sentido que dejan una marca imborrable en nuestro procesó de crecimiento vital.
Abrazos desde Somoto