El día 11 de julio de 2018 empezaba en Chile mi primera aventura de voluntariado internacional y lo hacía con Taller de Solidaridad. Tanto a mi como a mi compañera Elisa se nos había ofrecido la posibilidad de estar en Colina, un municipio de la ciudad de Santiago, pero sonó el teléfono y el equipo TdS nos planteó una nueva posibilidad en Coyhaique, una ciudad al sur de Chile.
Durante el vuelo a Santiago de Chile, tuve la suerte de conocer a tres jóvenes chilenos: Catalina, Nico y Javier, que habían estado en mi ciudad natal estudiando y me explicaron cosas muy interesantes. Este fue mi primer contacto con la gente del país. A las 7.15, hora chilena, llegaba al aeropuerto, donde tuve que pasar por la aduana para verificar que todo estaba correcto. En ese momento, Elisa mi compañera de esta aventura, estaba también llegando en otro vuelo.
A la primera persona que hemos conocido es a Sonia, una Sierva de San José de Colina encantadora y muy cercana que nos estuvo contando cosas sobre la ciudad de Santiago y que fue la persona que nos llevó a San Miguel, el lugar que sería nuestro hogar durante una semana. La acogida fue muy cercana y tuvimos la oportunidad de acercarnos a otras partes de Latinoamérica; había una reunión de hermanas que habían venido de distintos países. Todas nos han tratado genial, pero, tanto Elisa como yo, hemos conectado muy bien con Nora con la que hemos compartido tertulias todos los días.
El mismo día que aterrizamos nos vimos con fuerzas y ganas de ir a conocer Colina y el Centro Bonifacia Rodríguez. Una vez allí, nos explicaron el funcionamiento del centro, que es muy parecido al Centre diari Sant Josep de Sant Vicenç dels Horts en el que yo trabajo. Vanesa la trabajadora social del centro nos ha dado una acogida muy cálida y nos ha ofrecido toda la información necesaria para poder trabajar con estos menores. Estos jóvenes en la mayoría de los casos se enfrentan a situaciones de maltrato intrafamiliar.
A lo largo de la semana tuvimos la oportunidad de ir con los menores a Pomayde, un pueblo a las afueras de Santiago donde se trabaja la artesanía. La excursión fue muy bien y permitió a estos niños y niñas visitar un lugar inaccesible para ellos. El resto de los días hemos estado haciendo actividades en el centro: talleres, ver películas… y el viernes nos sumamos a la visita que realizan a las poblaciones y participamos en actividades con los niños y las niñas. Una mañana también pudimos visitar los hogares de las personas que acuden al centro, la idea es ver situación, necesidades y ver como se puede colaborar con ellos.
Esta ha sido un resumen de primera semana, espero que os guste lo que os muestro, ya que es un trocito de todo lo que estoy viviendo en este maravilloso país.
Un abrazo muy fuerte.
Lydia
Colina-Chile
Julio 2018
Que bien ,me alegro mucho que os integreis tan bien ,se ve que lo disfrutáis
Lleváis esa alegría a todos esos niños/as y a todas esas personas
Que seguro estarán encantadas con vosotras muchos besotes
FELICITACIONES!!!Esa tierra es muy querida para mi. El pueblo chileno es muy acogedor y sencillo.
No temas en entregaros a tiempo completo la recompensa viene después y siempre.
Un abrazo.
No se puede estar mas orgullosa de la sobrina que tengo,sigue disfrutandolo y sigue contandolo todo,nos hace sentir que te tenemos aqui cerquita en vez de tan lejos,te queremos y nos encanta lo que estas haciendo con tu vida,siempre te apoyaremos,mil besos preciosa.
Me alegra ver que puedes continuar aportando esa ilusión y fortaleza innata en ti. Esos chicos y chicas se quedarán con vuestras aportaciones, pero vosotras os lleváis una experiencia única.
Disfruta cada día!!!!
Nos vemos a la vuelta.
Un abrazo.