El emprendimiento femenino como oportunidad de futuro y desarrollo comunitario en Nicaragua  

Lisbeth de los Ángeles Matey. Protagonista exposición Enredadas en el Cambio

Nos trasladamos a Madriz, Nicaragua, donde apoyamos el proyecto Jóvenes Constructores, junto a INPRHU Somoto, gracias a la financiación del Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid. Una iniciativa en la que trabajamos con jóvenes entre dieciocho y treinta y cinco años, la mayoría mujeres, en la implementación de una estrategia integral de formación técnica y emprendedora que facilita la puesta en marcha de negocios agroecológicos con el objetivo de fomentar la producción resiliente de alimentos y el manejo sostenible de los recursos naturales.

Pero para conocer mejor este proyecto y poder entender cómo cambia la vida de las personas que participan en él, quién mejor que una de sus protagonistas para contárnoslo. Ella es Lisbeth de los Ángeles Matey Melgara, joven apicultora y uno de los rostros de nuestra exposición fotográfica Enredadas en el cambio sobre emprendimiento femenino:

Soy mujer emprendedora, madre y esposa. Siempre me dediqué a las labores del campo, pero tenía muy claro que quería seguir formándome. Con mucho esfuerzo y dedicación conseguí acabar secundaria, pero por falta de recursos económicos no pude ir a la Universidad. Lo que no me quitó las ganas de seguir estudiando.

Lisbeth de los Ángeles Matey. Protagonista exposición Enredadas en el Cambio

Tengo muy claro que las mujeres debemos salir de la burbuja en la que nos han criado y coger las oportunidades que nos da la vida. Por eso, cuando en 2022 conocí el proyecto Jóvenes constructores entré a participar y me formé en apicultura. Asistí de manera continua a la formación en: apicultura y Diversificación de Fincas.; Formulación de Planes de Negocios; Habilidades para la Vida.; Servicios comunitarios y Grupos de Auto ahorro y Prestamos.

Ha sido un éxito para mí, y para otras muchas mujeres, formar parte de este proyecto. Mi sueño es hacer crecer mi negocio junto a mi familia, porque unidos podemos trabajar y salir adelante. No podemos ser conformistas, cuando empezamos algo, no se puede dejar a medias. Sé que enfrentarse a la apicultura no es normal para una mujer, pero se puede, he aprendido a darme el valor que tengo.

Ahora, gracias a mi emprendimiento ya no soy solo un ama de casa como era antes. Empezar mi negocio y todo lo que pasó hasta llegar acá es un reto, pero lo vivo paso a paso y vengo superando todo lo que se me venga pues la verdad esa es mi actitud y mi mentalidad, seguir así, adelante. Ahora también me he convertido en formadora y cuando vienen a preguntarme, les digo que pronto va a haber una nueva formación y que se alisten, que no tengan miedo, que no importa la edad, lo importante es la voluntad que una tiene cuando desea formarse y hacer algo que pueda tener un impacto en la sociedad.

Lisbeth de los Ángeles Matey. Protagonista exposición Enredadas en el Cambio

También soy presidenta de la Cooperativa Apícola Multisectorial Jóvenes Ambientalistas de Madriz R.L (COPAMUJAM, R.L.) y lidero un grupo de diez mujeres emprendedoras de mi comunidad a través del cual: participamos en ferias promovidas por los gobiernos municipales; empacamos miel en diferentes presentaciones; ofrecemos nuestros productos dentro y fuera de la comunidad; realizamos captura de enjambres silvestres en la comunidad y acondicionamos espacios para apiarios.

Cada compañera tiene su propio emprendimiento, pero todas estamos unidas. Siempre estoy buscando nuevas formas de reinventarme. De hecho, mi próximo reto sería formarme en computación y tecnologías y que también lo puedan hacer mis compañeros, pues nos gustaría poder ser quienes diseñemos nuestras etiquetas y nuestros productos. Ya no solo miro por mí, ahí estoy para ayudar a abrir expectativas a otras personas que estaban igual que yo”.