El papel de las abejas en la sostenibilidad medioambiental y social
Sin ellas, gran parte de lo que consumimos no existiría. La abeja es uno de los insectos que más contribuye a la seguridad alimentaria y a la nutrición de la población a nivel global. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), más del 75% de los cultivos de todo el mundo que producen frutas o semillas dependen de los polinizadores, y la abeja es uno de los más importantes.
Por eso, la ONU declaró el 20 de mayo como Día Mundial de la Abejas, una ocasión ideal para reconocer la importancia de este insecto, el valor del trabajo de los apicultores en la salud de las personas y del planeta, y la necesidad de protegerlas para mantener el equilibrio de la biodiversidad mundial.
¿Realmente son tan importantes?
Los números no dejan lugar a dudas: no solo el 75% de los cultivos las necesiten para subsistir, sino que un 35% de las tierras destinadas a la agricultura en todo el mundo dependen en gran medida de las especies polinizadoras y casi el 90% de las plantas con flores necesitan la polinización para reproducirse. (FAO).
Además, las abejas nos ofrecen productos beneficiosos para la salud, como la miel, el propóleo o la jalea real, con propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antioxidantes. Y son una fuente de ingresos para millones de personas en todo el mundo y una oportunidad para ofrecer alternativas de empleo y emprendimiento a las mujeres con las que trabajamos en Taller de Solidaridad (TDS). Por eso, en nuestra organización fomentamos el desarrollo de la apicultura en varios de los procesos de cooperación que apoyamos.
El empoderamiento a través de la apicultura
Los emprendimientos apícolas se han convertido en una de las grandes oportunidades del proyecto Jóvenes Constructores, que apoyamos en Nicaragua junto a INPRHU Somoto, gracias a la financiación del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Trabajamos con jóvenes entre dieciocho y treinta y cinco años, la mayoría mujeres, en la implementación de una estrategia integral de formación técnica y emprendedora que facilita la puesta en marcha de negocios agroecológicos con el objetivo de fomentar la producción resiliente de alimentos y el manejo sostenible de los recursos naturales.
Me formé en apicultura gracias a este proyecto y la verdad es que ha sido un éxito para mí, y para otras muchas mujeres. Ahora, además, de llevar mi negocio, soy presidenta de la Cooperativa Apícola Multisectorial Jóvenes Ambientalistas de Madriz R.L (COPAMUJAM, R.L.) y lidero un grupo de diez mujeres emprendedoras de mi comunidad. Participamos en ferias; empacamos miel; ofrecemos nuestros productos dentro y fuera de la comunidad; realizamos captura de enjambres silvestres y acondicionamos espacios para apiarios”, destaca Lisbeth de los Ángeles Matey Melgara, joven apicultora y uno de los rostros de nuestra exposición fotográfica Enredadas en el cambio sobre emprendimiento femenino.
Lisbeth de los Ángeles Matey Melgara, joven apicultora y uno de los rostros de nuestra exposición fotográfica Enredadas en el cambio sobre emprendimiento femenino.
También en la sierra andina peruana, la apicultura se ha convertido en una forma de vida y un medio de subsistencia para más de doscientas personas, la mayoría mujeres quechua hablantes, a través del proyecto en el que trabajamos junto a la Asociación Jesús Obrero-CCAIJO, gracias al apoyo de la Generalitat Valenciana.
Una iniciativa que promueve el cambio hacia la producción sostenible, destacando la apicultura como una actividad con potencial para generar ingresos de manera sostenible y contribuir al cuidado del medio ambiente. Además, de contar con un fuerte componente comunitario, ya que las familias se organizan en asociaciones para llevar a cabo todo proceso de la producción de miel.
Pero para mantener y garantizar la viabilidad de estos emprendimientos y la forma de vida de millones de personas en el mundo, hay que proteger y cuidar a las abejas de agentes externos que ponen en peligro su supervivencia.
¿Cuáles son las grandes amenazas de las abejas?
La gran amenaza para las más de 20.000 especies de abejas que existen es el ser humano y su actividad. La destrucción de hábitats, el uso de plaguicidas, el cambio climático y las plagas y enfermedades son algunos de los factores que ponen en peligro la supervivencia de un insecto tan importante para el ser humano y el planeta como las abejas.
¿Qué podemos hacer para protegerlas?
Pero está en nuestra mano contribuir a cuidar y proteger a este destacado insecto con actividades tan sencillas y efectivas como: evitar el uso de pesticidas, plantar flores autóctonas en jardines y balcones, proteger su hábitat natural, impulsar la agricultura ecológica, apoyar a los apicultores locales con la compra de miel y productos derivados de esta actividad, y promover acciones y proyectos que fomenten la apicultura, como hacemos desde Taller de Solidaridad.