Un año formando

Desde Taller de Solidaridad, hemos continuado apostando este 2019 por el que creemos que es uno de los pilares fundamentales para el logro de un desarrollo digno, propio y autodeterminado de las personas: la formación y la educación. Aunque en años anteriores se habían desarrollado numerosos proyectos en esta categoría, en 2019 decidimos centrarnos en labores de educación y capacitación, y poner todo nuestro esfuerzo en 2 proyectos exclusivamente.

Ambos proyectos se encuentran localizados en Bolivia, y están enfocados en la promoción de formación básica y laboral para mujeres, muchas de ellas víctimas de violencia, como herramienta clave para salir de esta situación. La participantes han recibido gracias a estos proyectos sus certificaciones abaladas por el Ministerio de Educación de Bolivia, y nuestra propuesta para el 2020 está encaminada a poder lograr que estas escuelas se establezcan como Centros de Educación Alternativa (CEAs), en unión con Fe y Alegría, única entidad privada que cuenta con los permisos del gobierno de Bolivia para la creación de centros educativos concertados.

Formación Laboral

El centro de Atención a la Mujer (CAM) en Sacaba, Bolivia, ha continuado desarrollando talleres de formación durante 2019 gracias al apoyo de TdS. El CAM viene desempeñando una acción de protección y atención integral a mujeres en situación de violencia, con el objetivo de evitar la vulneración de derechos, afianzar la participación y empoderamiento de las mujeres y posibilitar una vida libre de violencia. La inserción laboral se ha ido constituyendo en el CAM como un área terapéutica y ocupacional que potencia la autonomía de las mujeres, el desarrollo de sus capacidades y su autosostenibilidad como parte de su proceso de empoderamiento y gestión de su propia vida y cuidado de sus hijos e hijas.

Empoderamiento en Cochabamba

El proyecto de empoderamiento de las mujeres de Cochabamba se presenta como un espacio de socialización. Se trata de un espacio de crecimiento personal y profesional en el que estas mujeres campesinas migrantes pueden crear relaciones de amistad y vínculos de solidaridad entre ellas, y dónde pueden compartir problemas, sueños, temores y esperanzas. La formación integral y las diversas capacitaciones técnicas en confección y repostería, contribuyen al descubrimiento de sus habilidades y cómo desarrollarlas. Las mujeres obtienen capacitaciones que les permiten abrirse a la creación de emprendimientos familiares y grupales. Muchas de ellas participan en dos grupos comunitarios autogestionados: una cooperativa de alimentos y un grupo de ahorro. Durante este 2019 se iniciado la construcción de un centro de formación.